Un duro varapalo es lo que ha recibido el ejecutivo de Pedro Sánchez este miércoles. Bruselas no cree en los presupuestos y las cuentas no convencen a la Comisión Europea. Por eso, piden a España adoptar medidas para asegurar que cumplirá con los compromisos adquiridos.
El ejecutivo comunitario considera que el borrador remitido por la ministra Calviño, se desvía de los objetivos de déficit y deuda previstos. Y asegura que los números se encuentran en riesgo de incumplimiento.
Además, el informe de Bruselas avisa de una supuesta desviación significativa de la senda de ajuste presupuestario. Algo que pone en riesgo el déficit público a medio plazo. El informe subraya que el esfuerzo real en estas cuentas es nulo. Y avisa de un progreso insuficiente en la reducción de la deuda pública.
Esto es un correctivo más que junto con el severo recorte de la OCDE en la previsión de crecimiento para España, recibido el mes pasado por carta oficial, empeora la situación política de nuestro país.
El esperado y fatal análisis de la comunidad europea ha sentado como un jarro de agua fría al gobierno de Sánchez. Y es que un posible adelanto electoral depende de la decisión de Bruselas.
Las cuentas, según fuentes comunitarias, no recogen los ajustes estructurales equivalentes al 0,4% del Producto Interior Bruto (PIB) que estimó el Gobierno y que hubieran permitido pasar a España ese test con nota.
Ahora España debe responder a este batacazo. La Comisión Europea le ha pedido que adopte las medidas necesarias dentro del proceso presupuestario nacional. Todo ello para estar dentro de las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de 2019.
Por el momento, la portavoz adjunta de Unidos Podemos, Ione Belarra, resta importancia al aviso de Bruselas, asegurando que está “dentro de la normalidad”.
Otros países bajo la lupa
No somos los únicos en estar bajo la lupa europea. Francia, Bélgica, Portugal y Eslovenia tampoco han pasado el examen de sus analistas.
De momento, a Bruselas no le salen las cuentas. Y en nuestro caso, a Pedro Sánchez y su ejecutivo se les acaba el tiempo.