Este pasado martes, Xi Jinping aterrizaba en Madrid. Han pasado trece años desde que un presidente chino efectuara una visita de Estado a España. Su viaje se produce en un momento transcendental. China busca en la Unión Europea aliados en su guerra comercial frente a los aranceles de Estados Unidos. Por ello, Jinping ha aterrizado en suelo español para fortalecer la relación estratégica que tienen ambos países. Además, Xi, pretende promover oportunidades de negocio para empresas españolas en proyectos como “La Franja y la Ruta”.
¿Qué es “La Franja y la Ruta”?
La Franja y la Ruta es un proyecto faraónico con el objetivo de expandir aún más el mercado chino. Dicha iniciativa pretende revivir la ya conocida Ruta de la Seda, construyendo infraestructuras por todo el mundo con el objetivo de potenciar el comercio y la influencia geopolítica china. Es una gran oportunidad para las constructoras españolas, debido a que las obras en Latinoamérica están financiadas por el gigante asiático.
Además, durante la visita se firmarán acuerdos sobre mercados en terceros países en temas de comercio, materia fiscal, cultura, ciencia y tecnología. Xi Jinping, cenará con el Rey Felipe VI y almorzará con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
No todo ha sido “un camino de rosas”
Han transcurrido varios años de enfrentamiento. Una operación policial por blanqueo de dinero en la sucursal bancaria de ICBC y una denuncia por represión en el Tíbet por dirigentes chinos, provocó que España dejara de ser el mejor amigo de China en Europa.
Pero hoy, ambos países tienen un gran interés entablar acuerdos. La inteligencia artificial, comunicaciones 5G o el desarrollo de ciudades inteligentes y energías renovables son asuntos de interés.
45 años de relaciones diplomáticas
La última vez que un jefe de estado chino visitó España fue hace trece años. Hu Jintao, entonces presidente en 2005, llegó a Madrid. Por aquel entonces, España se encontraba en la cresta de la ola del “boom” del ladrillo y sus grandes empresas aspiraban a lograr grandes acuerdos con el país oriental. Durante todo este tiempo, el comercio bilateral ha sobrepasado los 12 millones de dólares. Sin embargo, España presenta un déficit de 19.000 millones de euros. Por lo que sus objetivos son: aumentar sus exportaciones, captar más inversiones y lograr más turistas chinos.