La primera ministra británica, Theresa May, sigue aferrada a su plan de Brexit, pese a la derrota histórica sufrida en el Parlamento esta misma semana. Por su parte, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, ha impuesto sus propias condiciones para negociar con la jefa del gobierno. Y entre tanto, el reloj avanza imparable. Ambos han establecido ya unas líneas rojas que alejan un acuerdo por el Brexit y dificulta la salida pactada del Reino Unido de la UE.
De momento, May ha decidido presentar un plan b este próximo lunes y ha fijado en el 29 de enero el día de la votación en el Parlamento. Nadie conoce todavía la nueva hoja de ruta de la primera ministra. Pero sí que está dispuesta a defenderla por encima de todo. Algo que también hace Corbyn sus propias posiciones.
May ha mantenido ya conversaciones con el Partido Verde. También con los unionistas norirlandeses del DUP y los nacionalistas escoceses del SNP. Además, ha establecido contacto con los liberales demócratas y los euroescépticos de su propio partido.
Salvo los últimos, todos han expresado su frustración ante las líneas rojas de May. Entre ellas, no formar parte de la unión aduanera. También negarse a un segundo referéndum o no querer extender el plazo para salir de la UE.
Nueva propuesta
May ha fijado ya en el 29 de enero la fecha para una nueva votación. La ‘premier’ comparecerá el lunes ante la Cámara y dará a conocer las bases de esta nueva propuesta de Brexit.
Según un portavoz de Downing Street, no va a pedir una prórroga, por lo que se mantiene el 29 de marzo como fecha de salida de la UE. Tampoco buscará un segundo referéndum. Por lo que todo indica que buscará un modelo diferente de relación con Europa. Para ello, tomará como ejemplo el acuerdo que Bruselas tiene con Canadá.