Ana Julia Quezada, la asesina confesa del pequeño Gabriel, ha mandado una carta desde prisión a Ángel, el padre del niño, en la que le pide perdón y se muestra arrepentida. Insiste en la teoría del accidente y asegura que se bloqueó tras «lo ocurrido». La misiva es una de la 1.800 hojas del sumario que desde el pasado miércoles ya está a disposición de los abogados y que descarta que el menor fuera sedado antes de morir.
«Ángel, no tengo palabras para decirte esto pero aún así lo voy a contar». Así comienza la carta, escrita de su puño y letra desde la cárcel de El Azebuche (Almería). «No tengo excusas por lo que hice. Sé que se dicen muchas cosas que no son ciertas. Solo sé seguro que el miedo te bloquea, porque eso me pasó a mi», afirma en la misiva, a la que ha tenido acceso ‘El Mundo’.
«Entiendo que no me creas porque es lo más normal, pero tengo el valor suficiente para decirte que por un lamentable incidente te quité lo más grande que uno puede tener: un hijo», señala.
Ana Julia incluso asume que podría enfrentarse a la prisión permanente revisable por lo sucedido y añade: «No me importa si tengo que pasar el resto de mi vida aquí, y lamento todo el daño que he hecho, sobre todo a Gabriel, a ti y a Patricia y a todos los familiares».
DICE QUE NO FUE PREMEDITADO
Agrega también que no planificó el crimen: «Dicen que todo fue premeditado pero no es así. Lo que pasó es que no pude sacar fuerzas para decirlo«.
Asimismo, señala que por culpa de las pastillas que tomaba le pudo pasar algo en la cabeza. «Me metí en una bola cada vez más grande y ya sabes que tomaba pastillas. Pero no quiero excusarme porque lo que hice está muy mal y no hay excusas que valgan», comenta.
Por último, la carta termina pidiendo otra vez clemencia. «De todo corazón, perdona. Espero que algún día en vuestro corazón me perdonéis«.
Ana Julia se enfrenta a delitos de asesinato, contra la integridad moral y de detención ilegal. Podría ser condenada a 25 años de cárcel o a prisión permanente revisable. Asimismo, ha pedido el traslado a la prisión de Burgos, donde vive su hija y donde residió 20 años.