París culminó su ceremonia fluvial sobre el Sena con un final apoteósico, a pesar de un diluvio que privó a la ciudad de su hora dorada en la inauguración olímpica. El espectáculo, que fusionó belleza, historia y cultura, alcanzó su clímax cuando Zinedine Zidane entregó el relevo de la antorcha olímpica a Rafael Nadal, seguido por un cierre con Céline Dion versionando el «Himno al amor» de Edith Piaf. La ciudad, bajo la lluvia, logró exhibir sus monumentos más emblemáticos en un estadio a cielo abierto.
A las siete y media en punto, el barco griego inició el recorrido desde el puente de Austerlitz, con los colores de la bandera francesa y «La foule» de Edith Piaf. Siguieron el equipo de refugiados olímpicos, con Serge Gainsbourg de fondo, y actuaciones de artistas como Lady Gaga y Aya Nakamura. La ceremonia contó con una variedad de interpretaciones musicales, incluyendo «Imagine» de John Lennon, obras de Maurice Ravel y Bizet, y la «Marsellesa», además de acróbatas, cancanes del Moulin Rouge, raperos y drag queens.
El recorrido de seis kilómetros por el Sena destacó puntos icónicos de París y Francia: la Catedral de Notre-Dame, el Museo del Louvre, Los Inválidos con la tumba de Napoleón y la Torre Eiffel. Estos sitios representaron el corazón religioso, cultural, militar e industrial de Francia, con el deporte en el centro.
La ceremonia se estructuró en 12 representaciones visuales en los 17 puentes del río y sitios emblemáticos de París, cada una con un título. Se incluyeron bloques como «liberté», con guiños a la revolución francesa, «egalité», homenaje al amor libre, y «sincronicidad», dedicado a los artistas que restauran Notre-Dame. Otros bloques incluyeron referencias a la sororidad, justicia, deportividad y festividad.
Cierre de la ceremonia
El último relevista de la antorcha olímpica, enmascarado y manteniendo el misterio hasta el final, recorrió París y encendió el pebetero olímpico en un acto culminante en la Torre Eiffel. Los discursos del presidente del COI, Thomas Bach, y de París 2024, Tony Estanguet, resaltaron la histórica relación entre Francia y los Juegos Olímpicos, con Estanguet mencionando que «cuando amas los Juegos, no te dejas impresionar por unas gotas de lluvia».
Más de 6.000 atletas de 205 delegaciones desfilaron en casi un centenar de barcos bajo la lluvia. El evento se llevó a cabo con éxito a pesar de las preocupaciones sobre la contaminación del Sena, la inseguridad y la amenaza terrorista. La ceremonia fue crucial para la transición de estos escenarios a las competiciones deportivas. Francia, con una larga historia olímpica, demostró su capacidad para innovar y sorprender al mundo.
La organización del evento, dirigida por Thomas Jolly, contó con la asistencia de un centenar de jefes de Estado, incluyendo los Reyes de España, y alrededor de 320,000 espectadores, a pesar de los planes para un millón. El dispositivo de seguridad, el mayor desplegado en la capital, incluyó el cierre del espacio aéreo y la presencia de 45,000 agentes de seguridad. Banderas de 45 países ondearon bajo la lluvia, simbolizando la unidad y la celebración del olimpismo en París.
Ha sonado el himno. Emmanuel Macron ha declarado inaugurados los Juegos de la XXXIII Olimpiada. Atletas, entrenadores y jueces prestado juramento olímpico. La torre Eiffel, fálica, lanza rayos. Arrancan los Juegos Olímpicos de París 2024.