Pere Aragonès fue investido presidente de la Generalitat el pasado viernes 21 de mayo. Desde la II República no presidían los republicanos el «Govern», aunque tendrán que congeniar en la gestión con su principal rival en el espacio independentista catalán: Junts.
De nuevo, arranca una legislatura en la que ERC y JxCat tendrán que cogobernar, aunque siempre con un ojo atento a la CUP. Una vez superadas las diferencias entre los dos principales partidos independentistas catalanes y nombrados los nuevos consejeros del Govern, ¿cuáles son los principales desafíos del nuevo Ejecutivo?
1. RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Con casi medio millón de parados en el arranque del primer trimestre del año y una tasa de desempleo del 12,9 % en Cataluña, el Govern afronta el reto de reactivar la economía, lastrada por la pandemia, y evitar que los ERTE de 2020 deriven en una extinción de contratos en cascada.
Sectores como el turismo, la hostelería o la cultura, golpeados por la covid, así como el cierre de Nissan, necesitarán soluciones urgentes, y para ello el Govern confía en los fondos europeos, para los que ha presentado 27 proyectos.
2. EMERGENCIA SOCIAL
La pandemia ha agravado la situación de pobreza, precariedad y exclusión en la sociedad catalana, una alarmante realidad ante la que el pacto ERC-JxCat plantea un «plan de rescate social» en el que «se movilizarán de forma inmediata 700 millones de euros».
La agrupación Entidades Catalanas de Acción Social ya ha instado al nuevo Govern que estos 700 millones «no se queden tan solo en una declaración de intenciones, sino que se concreten en políticas y actuaciones estructurales».
3. AVANZAR CON LA VACUNACIÓN
El proceso de vacunación avanza y va camino de cumplir su predicción de tener en verano el 70 % de la población vacunada en todo el Estado. En Cataluña, el 34,7% de la población ya ha sido inoculada con al menos una dosis, mientras que el 16,1% ya ha completado la pauta de vacunación.
«Consellera, esto está funcionando bien, y también usted tiene mérito», afirmó Salvador Illa, líder del PSC en el parlamento catalán, en el atril del Parlament el día de la investidura de Aragonès, en un gesto de cortesía hacia Alba Vergés, que tendrá que ceder la cartera de Salud a Josep Maria Arigmon, de JxCat.
4. RETOMAR EL DIÁLOGO
Uno de los principales compromisos de Aragonès es retomar cuanto antes la mesa de diálogo con el Estado, fruto de un acuerdo ERC-PSOE y que solo se llegó a reunir una vez, el 26 de febrero de 2020, justo antes de estallar la pandemia.
JxCat, que nunca vio con buenos ojos una mesa con el sello de ERC y sin presencia de un mediador, y la CUP, también muy escéptica con la vía del diálogo con el Estado, han aceptado darle dos años de margen y evaluar entonces si ha habido avances en amnistía y autodeterminación.
En su investidura, Aragonès prometió trabajar para «culminar la independencia», invocando la vía escocesa de un referéndum pactado, una aspiración que en la Moncloa ven inasumible e inconstitucional, igual que una amnistía, aunque en cambio sí pueden tener recorrido los indultos a los presos o una reforma del delito de sedición.
5. PLAN B
¿Cómo reaccionará el independentismo si dentro de dos años estima insuficientes los resultados del diálogo? La respuesta deberá debatirla la nueva dirección estratégica unitaria que constituirán las fuerzas independentistas.
Se trata de un núcleo estratégico en la sombra -inspirado en el ‘Estado Mayor’ del procés que organizó el 1-O e integrado por ERC, JxCat, CUP, ANC y Òmnium Cultural-, que Esquerra insistió en desvincular del Consejo por la República, espacio parainstitucional liderado desde Bélgica por Carles Puigdemont.
El acuerdo entre ERC y JxCat no habla de vía unilateral, pero sí de «embate» y «confrontación democrática» con el Estado, para «forzarlo a una resolución del conflicto» catalán que implique una posible «intervención de los organismos europeos».
¿HABRÁ PAZ ENTRE SOCIOS?
Al lado de esos cinco retos, sobre el Govern planea una incógnita: ¿serán capaces ambos socios de dejar atrás sus peleas internas, que lastraron la anterior legislatura y que estuvieron a punto de dinamitar este mes las negociaciones?
ERC y JxCat han pactado constituir «equipos de coordinación» a diferentes niveles para ir engrasando la relación y desactivar las crisis antes de que afloren públicamente, pero el clima entre ellos sigue siendo de máximo recelo y desconfianza, y el propio Puigdemont difundió, horas después de la investidura de Aragonès, una carta plagada de reproches velados hacia los republicanos.
Composición del Gobierno de coalición
El nuevo Ejecutivo de coalición, integrado por ERC y JXCat, estará compuesto por 14 consejerías; siete para cada formación. Es significativo que los posconvergentes gestionarán departamentos claves como Economía, Salud y Acción Exterior. Los republicanos, aparte de la presidencia, serán responsables de Educación e Interior.
Pere Aragonés (ERC)
Presidente de la Generalitat.
Jordi Puigneró (JxCat)
Vicepresidente y consejero de Políticas Digitales, Infraestructuras y Agenda Urbana.
Laura Vilagrà (ERC)
Consejera de la Presidencia y Administración Pública.
Jaume Giró (JxCat)
Consejero de Economía y Hacienda.
Tania Verge (ERC)
Consejera de Feminismos e Igualdad
Josep Maria Arigmon (JxCat)
Consejero de Salud.
Josep González Cambray (ERC)
Consejero de Educación.
Roger Torrent (ERC)
Consejero de Empresa y Trabajo.
Victòria Alsina (JxCat)
Consejera de Acción Exterior y Transparencia.
Teresa Jordà (ERC)
Consejera de Acción Climática, Agricultura y Alimentación.
Gemma Geis (JxCat)
Consejera de Universidades.
Joan Ignasi Elena (ERC)
Consejero de Interior.
Lourdes Ciró (JxCat)
Consejera de Justicia.
Natàlia Garriga (ERC)
Consejera de Cultura.
Violant Cervera (JxCat)
Consejera de Derechos Sociales.