«A lo mejor me pude equivocar en eso», reconoció el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, el pasado 8 de septiembre en una entrevista con Àngels Barceló en ‘Hoy por hoy’ de la Cadena Ser. Con este frase, el líder de Unidas Podemos admitió que pudo haberse equivocado al no informar a su exasesora, Dina Bousselham, de que Antonio Asensio, director del Grupo Z, tenía en su poder una tarjeta de memoria de móvil con archivos personales y de carácter muy íntimo. Un mes después, esa equivocación ha puesto al vicepresidente segundo del Ejecutivo contra las cuerdas.
Un mes después de la citada entrevista, el juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha acordado elevar una exposición razonada al Tribunal Supremo para pedir que investigue a Pablo Iglesias, por los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, con agravante de género, daños informáticos y acusación o denuncia falsa y/o simulación del delito en relación a la «pieza Dina» que se investiga en el marco del conocido como caso Villarejo.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo deberá tomar una decisión importante: admitir a trámite la exposición razonada o archivar la misma
Ahora, su condición de aforado le impide imputarlo, y por esta razón el juez solicita al Tribunal Supremo como órgano competente que acuerde abrir una causa penal contra Pablo Iglesias. A lo largo de 63 páginas, el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón expone y enumera de forma detallada los indicios «cualificados» recopilados contra el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, por la presunta comisión de los tres delitos citados en el denominado caso Dina.
Dentro de unas semanas, la Sala Segunda del Tribunal Supremo deberá tomar una decisión importante: admitir a trámite la exposición razonada y, en consecuencia, abrirle una causa penal o, por el contrario, archivar la misma. El escrito de Manuel García Castellón pone contra las cuerdas a Pablo Iglesias, por las afirmaciones taxativas que hace sobre su comportamiento en el caso Dina.
Las consecuencias de los actos
Si el Tribunal Supremo llegara a pedir permiso al Congreso para imputar Pablo Iglesias, el propio Pedro Sánchez, junto a su vicepresidente, tendrían que tomar a su vez otra decisión importante: si ordenan a sus respectivos diputados que voten a favor o en contra de que el Supremo investigue a Pablo Iglesias. Además, si esto ocurre, el propio vicepresidente tendrá que decidir si sigue en el cargo o Pedro Sánchez tendrá que decidir si lo destituye.
Para que suceda todo esto, tienen que transcurrir otras muchas cosas todavía. Según ha afirmado el mismo la mañana de hoy jueves en una entrevista en RAC1, en el hipotético caso de que el Tribunal Supremo le imputara, no va a dimitir: «Sería inconcebible , eso representaría una vulneración del derecho sin precedentes. Todavía no han condenado a nadie por sus ideas, veo imposible que el Supremo lo haga, no va a ocurrir.»