La apuesta por Madrid se puede concebir como la última batalla política de trascendencia para el líder de Unidas Podemos. Las elecciones de Madrid también se pueden entender como la antesala a los que pueden ser sus últimos coletazos en política. De hecho, ya ha dicho en una entrevista reciente que «la política corre rápido y mi figura está gastada». Yolanda Díaz parece ser el peso pesado para sucederle en el partido.
El líder que nunca se fue de Madrid
Aquel profesor de Ciencias Políticas en la Complutense posiblemente nunca imaginó que llegaría a ser vicepresidente del Gobierno de España. Como tampoco imaginaría que dejaría de serlo para bajar al barro en unas elecciones anticipadas en Madrid. Lo cierto es que si Pablo Iglesias supo canalizar el descontento social del 15-M, para aglutinarlo en una formación política que es ahora Unidas Podemos, ahora el objetivo de dar el golpe de efecto definitivo en Madrid se torna difícil, aunque no imposible. Las urnas tienen la última palabra.
Durante la campaña electoral su movimiento más sonado ha sido el plante a la candidata de Vox, Rocío Monasterio, en la Cadena SER. Al inicio del debate electoral y a tenor de un intercambio de palabras previo con la candidata conservadora, decidió levantarse e irse por no aceptar sus condenas de violencia.
Este suceso ha introducido un nivel más en los discursos electorales a lo largo de este reciente período, haciendo referencia constante al miedo a la ultraderecha, con el que espera rentabilizarlo en las urnas.
No obstante, es de sobra conocido que su especialidad es la campaña electoral y está por ver el resultado que tendrá en las urnas. Al que ha tenido también delante ha sido Íñigo Errejón, que se separó de Podemos y fundó Más Madrid prometiendo guerra, y vaya si la ha dado. Otro animal de campaña.
¿Cómo le valoran los madrileños?
Con el último estudio del CIS ocurre algo parecido a lo que le ocurre a Monasterio con Ayuso, que es peor valorada entre sus votantes que la candidata popular. Entre los votantes de Unidas Podemos, Pablo Iglesias tiene un 6,5 de valoración, mientras que Mónica García obtiene un 6,8 de valoración. Sin embargo, entre los votantes de Más Madrid suspende con un 4,5 de valoración. Quizás haya viejas rencillas internas, que desde luego se reflejaron en la negativa de Más Madrid al ofrecimiento de Pablo Iglesias para concurrir juntos en estas elecciones.