La aerolínea irlandesa de vuelos lowcost Ryanair se ha visto envuelta en una dura controversia en plena pandemia del Coronavirus. El sindicato USO (Unión Sindical Obrera), denunció a la compañía y a su filial con base en Mallorca, Lauda Motion, por incumplir las medidas de higiene sanitaria impuestas para frenar los contagios de Covid-19. En la denuncia se alegaba que de esta manera se ha puesto en riesgo la salud de los trabajadores y los pasajeros.
USO presentó las denuncias frente a EASA (Agencia Europea de Seguridad Aérea), y AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), para poner en su conocimiento los incumplimientos por parte de Ryanair de las medidas de seguridad publicadas en el Boletín Oficial del Estado del 7 de julio. A los pocos días, el sindicato también interpuso una denuncia en la Inspección de Trabajo para reclamar la actuación de las autoridades españolas.
Estos incumplimientos suponen un riesgo para trabajadores y pasajeros. Entre las infracciones más graves, según USO, se encuentra el hecho de que la compañía se haya ahorrado el servicio de limpieza de las aeronaves durante las escalas diarias. Esto obliga a la tripulación de cabina a realizar la limpieza entera de los aviones. Además, según asegura Ernesto Iglesias, responsable de Vuelo de USO-Sector Aéreo, solo se utilizan productos específicos de desinfección y limpieza durante la parada nocturna, y nunca en las escalas que se hacen a lo largo del día.
La EASA exige que se reduzcan al máximo los contactos entre la tripulación y los pasajeros
También en contra de las medidas de seguridad frente al Covid-19 impuestas en España, Ryanair no ha suprimido los servicios de bar y duty-free a bordo. Desde USO solicitan evitar las ventas innecesarias, especialmente las de bebidas alcohólicas, “potencialmente peligrosas para la seguridad de los pasajeros”.
En este sentido, la EASA exige que se reduzcan al máximo los contactos entre la tripulación y los pasajeros para mantener la seguridad de todos durante el vuelo. Además, los empleados se ven obligados a realizar su trabajo sin el material de protección adecuado y la compañía no pone a disposición de los clientes mascarillas de repuesto en caso de que las suyas se deterioren. Una práctica que sí cumplen otras aerolíneas, que no se han visto envueltas en ninguna polémica durante la pandemia.