La Unión Europea acuerda un ambicioso plan de rearme para aumentar significativamente el gasto en defensa frente a la amenaza rusa y en apoyo a Ucrania. El proyecto, aprobado en una cumbre en Bruselas, permitirá movilizar hasta 800.000 millones de euros destinados principalmente a incrementar el presupuesto militar nacional de cada país miembro. Esta propuesta incluye la emisión conjunta de deuda para facilitar compras conjuntas de material militar y financiar proyectos paneuropeos de defensa.
Aunque existe consenso generalizado sobre la necesidad urgente de reforzar la defensa europea, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha vetado una parte clave de la iniciativa que contempla desplegar misiones civiles y militares conjuntas en territorio ucranio. La negativa húngara, no obstante, no detiene los esfuerzos europeos. El resto de los 26 países miembros continúan avanzando, valorando opciones alternativas fuera del marco de unanimidad requerido por la UE, como coaliciones intergubernamentales promovidas por Francia y el Reino Unido.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, destacó la importancia de este momento calificándolo como «existencial» para Europa y subrayó la necesidad de que la UE pueda protegerse eficazmente frente a amenazas inmediatas. En paralelo, Alemania y otros Estados miembros tradicionalmente más austeros en términos fiscales han manifestado su apoyo a una flexibilización considerable del endeudamiento destinado a defensa.
En este contexto, líderes como el canciller alemán Olaf Scholz y su posible sucesor, Friedrich Merz, han defendido que esta flexibilidad en el gasto militar podría consolidarse como una norma a largo plazo. Los países bálticos y Polonia subrayan particularmente la urgencia de este plan de rearme debido a su proximidad con Rusia y reclaman una respuesta rápida y efectiva.