La erupción del volcán de Cumbre Vieja alcanzó ayer domingo 7 de noviembre los 50 días en activo. Tras más de mes y medio, los expertos aún no pueden ponerle fecha al fin de la actividad volcánica en la «isla bonita».
La portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Carmen López, ha afirmado este fin de semana que no hay datos científicos que indiquen que a corto plazo va a acabar la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma.
Carmen López y el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, han insistido en que el volcán tiene «cambios de intensidad muy habituales», por lo que, de momento, no se puede descartar que haya sismos sentidos e intensos. Tampoco han descartado que pueda haber emisiones de lava mayores que las que se producen en estos momentos.
En cuanto a la sismicidad, ha indicado que se ha reducido la sismicidad, si bien esta reducción «de un día para otro no debe hacer pensar en nada a corto plazo», pues es preciso esperar para comprobar «si estas tendencias son consistentes y robustas».
Los expertos coinciden
Por su parte, el vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Stravos Meletlidis, ha señalado recientemente que no hay que intentar ponerle fecha al final de la erupción porque el proceso de cambio de un volcán es «continuo y complejo».
Meletlidis ha señalado, en declaraciones a los medios en el Puesto de Mando Avanzado, que este sábado se produjeron unos flujos de lava que no se habían observado en los últimos días, pero descarta que se utilice el término de reactivación «porque el volcán no ha parado nunca su actividad».
Ha insistido en que en ningún momento de esta erupción se ha podido hablar de una fase estacionaria. «Hablemos de cambio en algunos parámetros de la actividad volcánica, hay que esperar a ver si es una tendencia que se prolonga en el tiempo».
Al igual que carmen López, este vulcanólogo sostiene que la reducción de la sismicidad, como se ha producido en los últimos días, por sí solo tampoco es un valor representativo, «sino que hay que valorarlo en su conjunto», ha dicho.
Balance de daños
Cuando nos acercamos a los dos meses de erupción en el volcán de Cumbre Vieja de La Palma, las coladas de lava cubren 992 hectáreas y han afectado a 2.719 edificaciones, la mayoría de ellas destruidas.
Ahora, preocupa especialmente la calidad del aire, que obliga de nuevo a cancelar las clases presenciales en parte de la isla. De hecho, El Cabildo de La Palma también recuerda que en Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Puntagorda y Tijarafe es recomendable usar mascarillas FFP2 en todo momento y evitar la actividad en exteriores.