Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que la Unión Europea debe completar su rearme militar para 2030, enfatizando la necesidad de fortalecer la defensa del continente ante posibles conflictos. Durante un discurso pronunciado en la Real Academia Militar de Dinamarca en Copenhague, Von der Leyen subrayó que, para evitar la guerra, Europa debe estar preparada para afrontarla, remarcando la importancia de actuar rápidamente y a gran escala en el ámbito de la defensa.
Este plan implica movilizar hasta 800.000 millones de euros en inversiones militares, incluyendo la creación de un fondo europeo que proporcionará hasta 150.000 millones en préstamos a los Estados miembros. Se espera que esta medida genere una inversión adicional estimada en 650.000 millones por parte de los países de la UE. El objetivo central es crear una base industrial de defensa sólida y desarrollar capacidades militares creíbles que actúen como un eficaz elemento disuasorio.
Simplificación de procedimientos
Para potenciar la industria militar europea, la Comisión Europea plantea simplificar los procedimientos regulatorios mediante un paquete denominado «ómnibus de la Defensa», destinado a facilitar concesiones de permisos y agilizar contratos existentes. Además, Von der Leyen defendió la idea de «comprar europeo», destacando la importancia de priorizar empresas continentales para detener la salida masiva de inversiones y empleos hacia terceros países.
La presidenta también anunció la creación de un mecanismo común para realizar compras conjuntas de armamento, inspirado en el modelo utilizado para adquirir vacunas durante la pandemia. Esta estrategia, según Bruselas, aumentaría las inversiones empresariales al garantizar contratos a largo plazo.
El Libro Blanco sobre el Futuro de la Defensa Europea, que será presentado próximamente ante el Consejo Europeo, incluye necesidades clave como un escudo aéreo y antimisiles integrado con la OTAN, sistemas avanzados de artillería y drones, misiles de largo alcance, y el uso de inteligencia artificial para proteger infraestructuras críticas.