Casi dos semanas después de saltar el escándalo, Cristina Cifuentes se ha presentado en la Asamblea de Madrid a dar explicaciones sobre su Máster. La presidenta madrileña ha defendido que las informaciones son “una operación política” para “desestabilizar” a su Gobierno. Además, ha asegurado que el título es “perfectamente legal y real”. “No ha sido falseado ni falsificado”, ha insistido.
Al igual que todos estos días, Cifuentes mostraba varios documentos. Entre ellos, ni rastro de su trabajo de fin de Máster. La política mostraba una única prueba nueva. Se trata de una carta escrita por uno de los profesores, en cuya asignatura cambiaron la nota dos años después. Pablo Chico, supuestamente, enviaba esta misiva al rector de la Universidad Rey Juan Carlos. En ella, explicaba Cifuentes, se argumentaba la razón por la que la calificación pasó de “no presentado” a “notable”. Y esa no era otra que un “error en la transcripción de la plataforma informática”. Nada nuevo, como muchos han apuntado en Twitter.
Cifuentes también ha considerado que su comparecencia es un “acto excepcionalmente preocupante” pero “no por el objeto” de la misma, sino por “el deterioro y manipulación de los mecanismos parlamentarios”. De todo ello ha culpado a los partidos de la oposición.
También ha insistido en la teoría de la “cacería política”. Acusaba de nuevo a sus enemigos de orquestar este plan de descrédito. El fin, según ella, sería desestabilizar su Gobierno regional.