Muchos estudios sobre la inmunidad adquirida al Covid-19 están concluyendo que esta puede tender una duración breve. Uno de estos estudios, publicado en Nature Medicine, ha investigado cuatro casos de coronavirus humanos que están en circulación. Así se ha descubierto que la reinfección es frecuente y ocurre de forma estacional, cerca de un año después de la infección inicial. Esto ocurre en el caso de otros coronavirus distintos al que ha provocado la enfermedad del Covid-19.
También existen estudios que han demostrado que los niveles de anticuerpos neutralizantes del Covid-19 disminuyen durante los primeros meses después de superar la infección, especialmente si los síntomas de la enfermedad han sido leves. Esta disminución es similar a la que se observa en los anticuerpos de otros coronavirus estacionales.
Se ha calculado el impacto específico del Covid-19 en la esperanza de vida reconstruyendo las tablas de mortalidad
La pandemia del Covid-19 provocará un retroceso en la esperanza de vida en las zonas con mayor transmisión, según concluye un estudio publicado en la revista PLOS ONE. Esta investigación es la primera en analizar la influencia de los fallecimientos provocados por el Covid-19 en las estadísticas de longevidad.
El estudio se ha realizado teniendo en cuenta múltiples escenarios de infección en diferentes grupos de edad, con un modelo de microsimulación que incluye las probabilidades de infección, de fallecimiento por esta enfermedad y de muerte por otras causas. Después, han calculado el impacto específico del Covid-19 en la esperanza de vida reconstruyendo las tablas de mortalidad con esa nueva información y comparándolas con periodos anteriores.
Esperanza de vida
Los resultados de este análisis apuntan que en los países con mayor longevidad, como es el caso España, una tasa de prevalencia de la enfermedad igual o superior al 2 por ciento implicaría una importante disminución en la esperanza de vida. “Y en aquellas regiones en las que la prevalencia llegue al 10%, es probable que la pérdida de la esperanza de vida sea superior a un año”, explica Guillaume Marois, investigador del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA) y responsable del artículo.
Los mismos autores también añaden que niveles de prevalencia en torno al 50 por ciento, que son necesarios para la llamada inmunidad de grupo, se podrían traducir en una pérdida de entre tres y nueve años en regiones de alta esperanza de vida. Raya Muttarak, coautora del estudio y Subdirectora del Programa de Población Mundial del IIASA explica que “esto demuestra que, si el virus se propaga ampliamente entre la población, por ejemplo en ausencia de medidas de confinamiento y distanciamiento social, podría resultar en una notable disminución de la esperanza de vida”.
