Las altas temperaturas del verano obligan a muchos a poner el aire acondicionado para mantener las temperaturas de los hogares más agradables. Y más durante el verano de la pandemia, en el que los ciudadanos están pasando más horas en casa que en la calle por cuestiones de seguridad. Por este preciso motivo, debido a la pandemia del coronavirus, se han extendido los rumores que afirman que estos aparatos pueden ser un foco o fomentar los contagios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la ventilación como “la introducción intencional de aire fresco en un espacio mientras se elimina el aire viciado”. Por eso esta práctica es uno de los puntos más importantes a la hora de prevenir y frenar los contagios por coronavirus, ya que el virus se transmite, sobre todo, a través de gotas respiratorias.
Los sistemas de climatización deben inspeccionarse, mantenerse y limpiarse regularmente
De esta manera, la duda que asaltaba a miles de ciudadanos sobre si el uso de aire acondicionado suponía un riesgo frente a la Covid-19, ha quedado resuelta por la OMS. “Un sistema bien mantenido y operado puede reducir la propagación de Covid-19 en espacios interiores al aumentar la tasa de cambio de aire, reducir la recirculación de aire y aumentar el uso de aire exterior. Los modos de recirculación (que recirculan el aire) no deben usarse. Los sistemas de climatización deben inspeccionarse, mantenerse y limpiarse regularmente”, detallan en el apartado de preguntas y respuestas de su web oficial.
Por otro lado, la OMS aclara también las dudas en torno al uso de ventiladores. En casa “son seguros para la circulación de aire entre los miembros de la familia que viven juntos y que no están infectados con el virus que causa Covid-19”, pero deben evitarse con todas aquellas personas con las que no convivamos. Y terminan por explicar que “el aire que sopla de una persona infectada directamente a otra en espacios cerrados puede aumentar la transmisión del virus de una persona a otra”.
