Con el esperado concierto de Jonas Kaufmann y de Thaïs, de Jules Massenet, en versión de concierto, el Teatro Real finaliza con grandes nombres su temporada lírica 2017-2018, marcada por la doble conmemoración del 20º aniversario de su reapertura y el bicentenario de su fundación.
Aunque es el primer concierto que Jonas Kaufmann en el Teatro Real, el debut de este gran tenor en su escenario fue el 14 de marzo de 1999, cuando reemplazó a Zoltan Todorovich, al que una afección vocal impidió interpretar el papel titular de La clemenza di Tito, de Wolfgang Amadeus Mozart. Y ha habido que esperar para volver a verle, porque el concierto de hoy estuvo inicialmente previsto para el 10 de enero de 2017 y, posteriormente, para el 22 de noviembre del mismo año, pero en ambas ocasiones el tenor tuvo que cancelar su actuación debido a problemas de salud.
Por fin, sus seguidores -los que hayan tenido el privilegio de conseguir entradas -podrán escucharle en Madrid encarando un programa compuesto por arias de ópera de compositores franceses, como Camille Saint-Saëns, Charles Gounod, Georges Bizet, Jacques F. Halévy y Jules Massenet, en la primera parte, y arias wagnerianas de La Valquiria, Los maestros cantores de Núremberg y Lohengrin, en la segunda. Un programa en el que exhibirá su reconocido talento y versatilidad, que concilia excelentes dotes vocales y dramáticas para los más exigentes papeles wagnerianos, con una gran hondura y sensibilidad en la interpretación del repertorio francés, que está explorando y ampliando cada vez más en los últimos años.
THAÏS, DE JULES MESSENET
Por su parte, Plácido Domingo, fiel a su cita madrileña, protagoniza una única función de la bellísima ópera Thaïs, de Jules Massenet, en versión concierto. Domingo estrenó el rol en 2012 en el Palau de les Arts de Valencia para celebrar el centenario de la muerte de Massenet, y desde entonces ha encarnado al fraile en diversas ocasiones. Con la soprano Ermonela Jaho -que triunfó en el Real con sus interpretaciones de La traviata, Desdémona de Otello y Madama Butterfly – ha interpretado el papel en China, en el National Centre for Performing Arts de Pekín, hace aproximadamente seis meses.
Ambos cantantes, Domingo como el fanático cenobita Athanaël, y Jaho, como la sensual y bella cortesana egipcia Thaïs, inician un camino iniciático y turbulento, en el que el primero se propone con ahínco enderezar el camino vital de la meretriz para convertirla al cristianismo y a la vida ascética. Thaïs abandona finalmente los placeres carnales y sucumbe a una vida de santidad, mientras el religioso vive un tormentoso enamoramiento que lo deja cautivo del deseo amoroso.
La ópera, basada en la obra homónima de Anatole France (1844-1924) escrita ya en el período de madurez de Jules Massenet, no esconde la crítica al fanatismo religioso, dejando vislumbrar el agnosticismo de ambos artistas, aunque el compositor atenúa el humor del libro y suaviza el destino del protagonista. Thaïs se estrenó en el Teatro Real en 1916 y se presentó en cada temporada desde entonces hasta el cierre del teatro en 1925, en un total de 34 funciones. Y vuelve ahora, protagonizada por este selecto reparto, junto al Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, bajo la dirección musical de Patrick Fournillier, como un guiño a los tiempos pasados del Real, en esta temporada de celebraciones.
Las dos óperas más conocidas de Jules Massenet (1842-1912), compositor muy prolífico y con gran presencia en la historia del Teatro Real, se han presentado después de su reapertura en versión escenificada: Manon, en 2000, y Werther, en 2011. Llega ahora Thaïs que, como Cléopâtre ─presentada en 2004 con Montserrat Caballé en el papel titular─, no se encuentra entre los títulos más representados de su autor, pese a su conocidísima Meditación, para violín, arpa y orquesta que se interpreta frecuentemente como pieza de concierto. Si a Caballé se debe el resurgimiento de varios títulos de Massenet, a Thaïs le ha dado un gran impulso Renée Fleming – cuyo rol titular interpretó y grabó con gran éxito en los últimos años – y, más recientemente, a Plácido Domingo, que descubrió en el monje Athanaël uno de sus papeles fetiche como barítono, pese a las exigencias vocales y dramáticas del personaje.
El Teatro Real repetirá ambos programas en el Festival de Peralada, con los mismos intérpretes, los días 28 y 29 de julio, en su gira de verano, tal como ha hecho la pasada temporada, cuando sus cuerpos estables actuaron en el Festival de Savonlinna, en Finlandia.