Canadá y Arabia Saudí están en plena crisis diplomática, considerada por muchos como grave. El por qué de su origen está en un tuit, enviado por la ministra de Relaciones Exteriores canadiense, Chrystia Freeland.
En un mensaje en Twitter, aseguró estar “muy alarmados” al “conocer que Samar Badawi, la hermana de Raif Badawi, ha sido encarcelada en Arabia Saudita”. “Canadá se mantiene unida a la familia Badawi en este difícil momento, y continuamos firmemente pidiendo la liberación tanto de Raif como de Samar Badawi”, terminaba.
Very alarmed to learn that Samar Badawi, Raif Badawi’s sister, has been imprisoned in Saudi Arabia. Canada stands together with the Badawi family in this difficult time, and we continue to strongly call for the release of both Raif and Samar Badawi.
— Chrystia Freeland (@cafreeland) August 2, 2018
Este tuit de Freeland, publicado el pasado 2 de agosto, desataba la guerra diplomática entre ambos países. Y es que hacía referencia a la detención aparentemente arbitraria de la defensora de los derechos de la mujer y otros activistas.
Aunque no suelen responder a las críticas, esta vez la Cancillería de Arabia reaccionó rápida y enfadada. Aseguró que la crítica “es una afrenta al reino que requiere de una fuerte respuesta para evitar que cualquier parte intente interferir en la soberanía saudita”.
Poco tardó Arabia en dar un ultimátum al embajador de Canadá para salir de Riad. Y rápidamente retiró a su propio embajador en Ottawa. Además, congeló todo nuevo comercio e inversiones.
Entre los más perjudicados, los estudiantes universitarios sauditas en Canadá, a quienes les han retirado las becas. De los aproximadamente 15.000 alumnos, unos 7.000 serán reubicados a otros países como EEUU y Reino Unido.
Y, para ‘rematar’, la compañía aérea Saudi Arabian Airlines anunciaba que dejaba de volar a Toronto el 13 de agosto.
Contratos en el aire
La crisis diplomática entre Canadá y Arabia podría dejar muchos contratos en el aire. Los efectos de las sanciones afectarían al comercio bilateral. Además, cooperan en materias de seguridad y defensa.
Sin embargo, sería el contrato militar de 15.000 millones de dólares lo que podría desestabilizar a los dos países. Por el mismo, Canadá vende vehículos blindados a Arabia en el acuerdo de producción más grande de su historia. Y garantiza, además, al emnos 3.000 puestos de empleo.
Se desconoce cuál será ahora el futuro de este contrato, pero puede que Arabia lo cancele de inmediato, incluso habiendo pagado ya una parte.
También temen esta crisis las universidades canadienses. Y es que dependen en parte de las altas pensiones que pagan los alumnos sauditas.
Activistas encarcelados
El tuit que desataba la crisis diplomática llegaba a raíz de la encarcelación de varios activistas de derechos humanos. Freeland pedía su liberación, después de haber sido arrestados el pasado 15 de mayo. Algunos de ellos podrían enfrentarse hasta a 20 años de cárcel.
Entre los últimos detenidos, Samar Badawi, premio Internacional de las Mujeres de Coraje de EEUU en 2012. Su hermano Raif, además, fue sentenciado a 10 años de prisión y 1.000 latigazos por “insultar al Islam” en Internet en 2014.