Después de la dimisión de Nikki Haley, Donald Trump ya está pensando en quién ocupará su puesto como embajadora de EEUU en la ONU. Y la candidata perfecta para él es su hija Ivanka. Sin embargo, ella no parece muy por la labor. Tampoco descarta a su yerno, Jared Kushner.
La primera que lanzó el nombre de Ivanka fue precisamente Haley, que se deshizo en elogios hacia la familia de Trump. De Kushner aseguró que es «un genio escondido» y a Ivanka la calificó de «una gran amiga». Los dos juntos, dice, «han hecho muchas cosas entre bambalinas». «Somo un mejor país porque están en la Administración», añadió.
Los elogios han situado a Ivanka como una fuerte candidata al puesto de embajadora. Su padre la considera también como la mejor situada. «He escuchado muchos nombres. También el de Ivanka. Creo que Ivanka sería increíble, sería dinamita«, decía el presidente a los periodistas en la Casa Blanca.
El propio Trump, sin embargo, admitía que sus elogios «no significan que vaya a nombrarla, porque me acusarían de nepotismo». A pesar de eso, el presidente americano decía que «no estoy seguro de que haya alguien más competente que ella en el mundo».
Además, Trump es consciente de que este nombramiento tendría que ser confirmado por el Senado. Y eso es algo casi imposible en este caso.
Rechazo de Ivanka
Por si hubiera alguna duda, y aunque Trump la considera la candidata perfecta, la propia Ivanka ha querido zanjar las especulaciones. «Es un honor trabajar en la Casa Blanca junto a tantos y tan buenos colegas», escribía en Twitter.
«Sé que el presidente nominará a un sustituto formidable para la embajadora Haley. Esa sustituta no seré yo», añadía y concluía Ivanka.
Ante la negativa de la hija de Trump, muchos apuntan a Dina Powell, ex vice asesora nacional de seguridad. Ya perteneció a la Administración Trump durante un año antes de regresar a la empresa privada. Actualmente tiene un alto cargo en el banco de inversión Goldman Sachs.