Como parte de una criticada labor de mediación en Venezuela, José Luis Rodríguez Zapatero está a punto de visitar el país de nuevo. Un viaje para “ver cómo está la situación”. Pero antes de eso, sus palabras han desatado un terremoto al otro lado del charco. Tanto, que podrían acabar con su misión mediadora.
Ha sido desde Brasil, donde ha acudido a apoyar a Fernando Haddad de cara a las elecciones, donde Zapatero ha adelantado que defenderá las tesis revolucionarias en medio del mayor éxodo del continente.
“La intensificación en los últimos tiempos de esa emigración a otros países tienen mucho que ver las sanciones económicas impuestas por EEUU y que han sido respaldadas por algunos gobiernos”, ha dicho Zapatero. El expresidente español tomaba así el discurso bolivariano. Y eso que Maduro ha asegurado que tan éxodo no existe. El Gobierno de Venezuela ha asegurado siempre que se trata de un “montaje del imperialismo” y de la prensa nacional e internacional.
La respuesta no se ha hecho esperar. Los órganos del poder revolucionario han lanzado una contraofensiva mediática. Desde hace días intentan contrarrestar el efecto de la crisis humanitaria. “La única causa del éxodo masivo es la dictadura de Nicolás Maduro. La única solución para frenar la crisis migratoria es la salida del régimen”, dijo David Smolanksy, coordinador del Grupo de Trabajo de la OEA para la crisis de emigrantes.
“Es un pronunciamiento inmoral de su parte en contra de un pueblo que huye porque la dictadura le bloquea comida y medicinas. Una humillación a quien escapa de un país que tiene un régimen que protege a delincuentes para actuar impunemente. Es una burla a las familias que ahora están separadas de sus presos políticos y exiliados”, ha insistido Smolanksy.
Éxodo masivo
De momento, más de dos millones de venezolanos han abandonado su país, según Naciones Unidas. Una cifra que algunos elevan hasta los cuatro millones. El drama del éxodo masivo dura ya varios años.