Unas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, han soliviantado a Viktor Orbán. El Gobierno de Hungría ha convocado a la embajadora española para pedir explicaciones por unas palabras sobre el cierre de fronteras y la restricción de libertades que considera “ofensivas”.
La polémica se remonta al pasado martes. Durante una intervención en el Club Siglo XXI, Borrell se refirió a las diferentes políticas europeas y condenó las medidas adoptadas por los países más combativos contra la inmigración, personificados en las figuras del primer ministro húngaro, Viktor Orban, y del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini. Según el ministro español, ambos ponen en riesgo libertades y derechos.
Estas declaraciones han motivado una respuesta diplomática por parte de Hungría, que ha rechazado ser una “pseudodemocracia“, como dijo Borrell, por las políticas adoptadas en los últimos años.
El Ministerio de Exteriores húngaro ha expresado en un comunicado su malestar por unas declaraciones que considera “ofensivas” y que, en su opinión, traspasan la línea de la crítica política. Destaca que implican alusiones a la xenofobia y ponen en cuestión el respeto de cuestiones democráticas básicas como la separación de poderes o la libertad de prensa.
¿Borrell a Budapest en octubre?
El secretario de Estado de Exteriores de Hungría, Levente Magyar, ha trasladado personalmente este malestar a la embajadora española, Anunciada Fernández de Córdova. No obstante, ha dejado claro que las relaciones entre los dos países siguen siendo buenas y que está en pie una invitación para que Borrell visite Budapest a finales de octubre.
Desde el el Ministerio de Asuntos Exteriores español reconocen esa llamada a la embajadora para expresarle su “incomodidad”, pero destacan que las relaciones con Hungría siguen siendo “buenas”.