La tensión entre Rusia y Reino Unido sigue en ascenso por el caso Skripal. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, critica la falta de pruebas y tacha de ridículas las acusaciones del país británico.
Zakharova asegura que los funcionarios británicos solo quieren «centrar su atención en la supuesta implicación de Rusia» en el caso Skripal. Y critica que lo hagan «sin ningún tipo de apoyo documental ni testimonios confiables». Pone en duda también que haya «pruebas suficientes para presentar cargos contra dos ciudadanos rusos». De los cuales, además, critica que se hayan mostrado sus fotos, cuando su «nacionalidad real aún está por confirmarse».
La portavoz muestra sus quejas porque Rusia «recibe acusaciones sin fundamento». «El acusador también declara su enfático rechazo a tener contacto para establecer la verdad», añade. «En cambio, escuchamos demandas ridículas de que aclaremos una situación que no tiene nada que ver con nosotros, como hemos subrayado reiteradamente», explicaban.
En su comunicado, la portavoz rusa asegura que la investigación sigue abierta. «Además, podemos ver claramente la renuncia de Londres a cooperar para establecer la verdad», repiten.
«El caso Skripal está siendo llevado a un punto muerto a propósito (…). Londres usa la diplomacia anti rusa y continúa el programa de propanga», termina el comunicado.
El caso Skripal
Desde Reino Unido se acusaba a Rusia de estar implicado en el envenenamiento del exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia. Theresa May no dudó en anunciar la identificación de dos sospechosos del ataque, ocurrido el pasado marzo.
Los dos señalados, según el gobierno británico, son rusos y regresaron sin problemas a Moscú tras el ataque a Skripal.