Nicolás Maduro intenta paliar el éxodo de sus ciudadanos de cualquier manera. A su estilo, ha pedido el regreso de los que se han huido del país ante la situación insostenible. Y para intentar conseguirlo ha decidido llevar a cabo un chantaje bancario, bloqueando las cuentas de quienes se marchan.
“A esos venezolanos y venezolanas les digo que dejen de lavar pocetas (inodoros) en el exterior y vengan a vivir la patria”, decía Maduro en un discurso. Tras el mismo, se sabía que a los que se han ido, se les va a castigar impidiendo que hagan transacciones con sus cuentas desde el extranjero. Es decir, han bloqueado el acceso a los bancos. Un chantaje en toda regla que pretende hacer volver a los huidos.
Para saber quién se va y quién no, el superintendente de las instituciones del sector bancario, Antonio Morales Rodríguez, ha anunciado un nuevo requisito para viajar al exterior. Se trata de la llamada “ficha de identificación del cliente”. Y es tanto para personas físicas como jurídicas.
Todas las instituciones bancarias tienen que informar a sus clientes que viajen al exterior de los nuevos requisitos. Para poder hacer uso o movilizar sus instrumentos financieros, tienen que decir el lugar de destino y el periodo en el que estarán fuera. En caso de ampliar o modificar algún dato, tendrán que notificarlo también. Una manera de tener controlados a los venezolanos que salgan del país.
Si el banco identifica alguna transacción que se corresponda con los datos que tiene, podrá imposibilitar los accesos para hacer transferencias online. Lo que en la práctica es un bloqueo de cuenta bancaria. Y no se desbloqueará hasta que el banco tenga los datos requeridos. También han pedido a las entidades bancarias que en esos casos investiguen las direcciones IP para conocer el lugar de destino y periodo.
Indignación en Venezuela
Estos requisitos, en la práctica, suponen el bloqueo de la cuenta de todos los venezolanos que han huido. Lo que se traduce también en la imposibilidad de enviar dinero a sus familiares.
Una situación que ha provocado la indignación en Venezuela. Un control que muchos consideran propio de un régimen totalitario. Y una violación de los derechos del ciudadano a viajar libremente.
2,3 millones de huidos
Mientras tanto, hasta 2,3 millones de venezolanos han huido del país. Algo que ha supuesto también muchos problemas para los países que los han acogido.
Brasil ya ha dado luz verde el ejército para poder hacer uso de la fuerza. Y Ecuador y Perú han tomado medidas para impedir la llegada indiscriminada de venezolanos.