Sin recursos naturales, con el peso del embargo y aislada internacionalmente, Chipre del Norte tiene una nueva estrategia para sobrevivir económicamente. Y esa no es otra que convertirse en Las Vegas de Turquía, la «madre patria», como la llaman muchos turcochipriotas.
El país turco es el único vínculo de Chipre del Norte con el mundo exterior. Y de ello quiere sacar rendimiento económico un país que no cuenta con playas concurridas ni construcciones que atraigan al turismo.
Así pues, y aprovechando que en Turquía están los casinos prohibidos y muy limitados en su vecino chipriota del Sur, Chipre del Norte ha dado con una estrategia que le reporta 600 millones de dólares al año.
El país se ha convertido en Las Vegas de Turquía. Los turcos cruzan sin dudar para pasar fines de semana enteros sin salir de los casinos. Aunque, eso sí, no reporta demasiado beneficio en la población chipriota.
Crímenes financieros
Aunque aseguran que su riqueza nacional son la educación y el turismo, en un parís no reconocido internacionalmente, los casinos se han convertido en un filón. La llamada ‘casino-economía’ del norte lleva años levantando sospechas. Mientras, en el sur, muchos de sus bancos se encuentran en listas negras.
Desde mayo, la Comisión Turca de Investigación sobre Crímenes Financieros está investigando el lavado de 4.200 millones de euros en 13 casinos (de los 30 que hay en total).