Hasta hace un par de días, el Gobierno insistía en presentar los Presupuestos para 2020, que tenía prácticamente cerrados. Sánchez y los suyos querían hacerlos públicos antes del verano. Sin embargo, la crisis del Covid-19 ha hecho saltar todo por los aires y el Ejecutivo ha decidido alargar los últimos aprobados, los de Montoro, que llevan en vigor desde 2018.
“Totalmente desfasado”. Así ha calificado la ministra portavoz, María Jesús Montero, el Presupuesto que tenía en mente el Gobierno para este año. La crisis económica ha cambiado totalmente la situación, por lo que deberán analizar de nuevo las perspectivas macroeconómicas antes de presentar unas nuevas cuentas.
Ante la falta de tiempo, han decidido que ya lo harán en 2021. Dan así por finiquitada su intención de presentar nuevos Presupuestos.
Además de la crisis del Covid-19, también ha influido la falta de apoyos de dos de sus socios, ERC y PNV. Además del impacto económico negativo de la pandemia.
El mes pasado, Senado y Congreso aprobaron la senda de estabilidad presentada por el Gobierno. Lo que constituía el “esqueleto de las cuentas públicas”. Sin embargo, las circunstancias actuales impiden que se mantenga ese objetivo.
En septiembre
Montero ha confirmado que una vez “que tengamos claras las nuevas perspectivas”, el Gobierno volverá “a montar el esqueleto del Presupuesto para el año 2021”. Incluirá una nueva senda de estabilidad y otro marco financiero plurianual europeo.
“Lo fundamental es que atinemos con el diagnóstico de la situación para inyectar los instrumentos necesarios de forma rápida y que la economía se pueda poner otra vez en pie”, decía Montero en rueda de prensa.
Aseguró que los nuevos Presupuestos recogerán los acuerdos a los que se llegue con partidos políticos, CCAA, Ayuntamientos y el diálogo social. Figurarán además la Sanidad y la recuperación de sectores afectados especialmente por el coronavirus. Y espera que cuenten “con un gran consenso parlamentario”.
Entre los sectores prioritarios de actuación citó al turismo, la hostelería, la restauración y la industria. “Y todo se sustentará conforme a los principios de transición ecológica, eficiencia energética y digitalización”, resaltaba.
La previsión es presentar las nuevas cuentas antes de finales de septiembre. Con ello podrían estar vigentes el 1 de enero de 2021.