Grecia ha puesto ya fin a su rescate económico. Una ayuda que comenzaba en 2010 y que termina esta semana. Pero, ¿cómo ha quedado la economía helena antes y después de ese momento?
En todos estos años, y ya con anterioridad, Grecia ha vivido en una auténtica montaña rusa financiera. Los altibajos han sido constantes y ello se notó a la hora de ser rescatada. Ahora que ya ha salido de aquella ayuda, es hora de mirar cómo está su economía, en comparación a como estaba antes de 2010.
Sin duda, para saber cómo ha evolucionado, hay que fijarse en el PIB. Y es que ningún otro indicador económico mejor para conocer el valor de un país en bienes y productos. En 2010, el PIB griego tenía un valor de unos 260.000 millones de euros. El año pasado, el valor subía hasta 177.000 millones de euros, según el Banco Mundial.
La tasa de crecimiento del PIB también ha subido. Así, durante el primer trimestre de 2010, la economía griega se contrajo un 1,6%, entrando en recesión. Algo que se mantuvo hasta 2014, dando una tregua de un par de años. Y es que en 2016 volvió a recesión. El país heleno finalmente ha revivido en 2017, con una tasa de crecimiento anual del 1,4%. En los tres primeros meses de 2018 ha logrado un 0,8% más y se espera que crezca un 1,9% en este año.
Respecto a la deuda pública, Grecia está peor después que antes del rescate, sin ninguna duda. En 2010, ascendía al 146,2%, llegándose a disparar en 2017 a un 178,6%. Es el índice más alto de la UE, muy por delante del segundo país más endeudado, que es Italia. La media europea se sitúa en el 86,7%.
Presupuestos y desempleo
Grecia entraba precisamente en vigilancia y rescate al pasar con creces el límite de la UE en déficit. En 2010, el país se iba al 10,6%, cuando la UE establecía un máximo de un 3%. Ahora, ocho años después, puede presumir de estar en el 0,8% en 2017. De hecho, es uno de los 12 estados miembros de Europa que tiene superávit. Se une así al grupo de Alemania, Dinamarca o Suecia entre otros.
A la cola, aunque rozando el límite, Malta, España y Portugal, que tienen déficits del 3,9%, el 3,1% y el 3% respectivamente.
En cuanto a desempleo, Grecia se encontraba mejor hace ocho años. En abril de 2010, su tasa era del 12%. Ahora, en mayo de 2018, se sitúa en el 19,5%. Sin embargo, es su tasa más baja desde septiembre de 2011.
Los años de austeridad llevaron al país a un aumento sin precedentes del desempleo. Lograron el máximo histórico en 2013, cuando la tasa llegó al 27,9%. Los más perjudicados, los jóvenes, con una tasa desproporcionada en 2013 del 60,2%.