La crisis del Covid-19 ha sido inédita en Europa y, como tal, la UE ha decidido dar luz verde a un plan de recuperación sin precedentes. Dentro del mismo, España podrá acceder a 140.000 millones de euros para la reconstrucción.
De ellos, hasta 77.000 llegarán en forma de ayudas directas. Los otros 63.000 millones lo harán a través de créditos para reconstruir la economía. Esas ayudas se inscriben en un plan global que alcanzaría los 750.000 millones en dos años.
La presidenta del Ejecutivo europeo, Úrsula von der Leyen, presentará este miércoles todos los puntos del Fondo para la Reconstrucción. Un ambicioso proyecto con el que solventar los daños económicos producidos por la pandemia del coronavirus.
El comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentinoli, ha confirmado en Twitter la iniciativa de 750.000 millones. El 33% de los mismos se otorgará en créditos reembolsables. Por lo que el grueso del plan consistirá en transferencias directas, tal y como se esperaba.
El plan bebe de la propuesta presentada por Angela Merkel y Emmanuel Macron hace unos días. E intenta recuperar el espíritu del Plan Marshall con el que se recuperó la economía tras la II Guerra Mundial.
Por primera vez, la UE plantea la posibilidad de un paquete de fondos europeos en subvenciones a fondo perdido. El objetivo es que se financien con deuda común europea, para evitar que los países más dañados aumenten sus propias deudas. Para muchos, es el embrión de futuros eurobonos.
Este plan se sustenta en herramientas que ya existen, por lo que no se necesita crear nuevos instrumentos.
Tres pilares
El fondo de reconstrucción planteado se apoya en tres pilares básicos. El primero, con hasta un 80% de los recursos, apoyaría las inversiones en los estados. El objetivo es que modernicen la economía a través de la doble transición: energética y digital.
Los Estados miembros deberán presentar sus planes de inversión a Bruselas. El desembolso de dinero irá sujeto a las recomendaciones que la Comisión realiza de manera periódica en el marco del semestre europeo.
El segundo pilar es sobre el sector privado. El objetivo es dinamizar la inversión privada y recapitalizar empresas viables en apuros. La Comisión ha dado de momento carta blanca a los socios para emprender operaciones a cargo de sus propios presupuestos. Pero es la primera vez que se utiliza dinero público para este fin.
Y el tercer pilar se dedicará a aprender de los errores de la crisis y financiar iniciativas para responder a emergencias sanitarias, mejorar el proceso de almacenamiento de material médico y el de suministro y transporte.