Etiopía y Eritrea sellaron este lunes un acuerdo para ratificar el “fin del estado de guerra” que ha imperado en las relaciones entre estos dos países del cuerno de África tras el conflicto armado que los enfrentó a finales de los años noventa.
La declaración conjunta, firmada en Asmara, la capital de Eritrea, por el presidente de este país, Isaias Afwerki, y el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, promete respetar las fronteras establecidas en el año 2000 con el Acuerdo de Paz de Argel.
El presidente etíope, Abiy Ahmed, y el presidente de Eritrea, Isaias Afwerk, firman una declaración conjunta este lunes en Asmara (Eritrea)”El estado de guerra que existía entre los dos países ha llegado a su fin. Se ha abierto la puerta a una nueva era de paz y amistad“, explicó en un mensaje en su cuenta de Twitter el ministro eritreo de Información, Yemane G. Meskel, sobre el documento firmado por los mandatarios africanos.
Afwerki y Ahmed acordaron que “ambos países trabajarán para promover una cooperación cercana en las áreas política, económica, social, cultural y de seguridad‘, según el ministro eritreo.
Asimismo, el acuerdo incluye el restablecimiento de transporte, comercio y telecomunicaciones entre los dos países, un trabajo conjunto para garantizar la paz y el desarrollo regional. Etiopía y Eritrea también han acordado abrir sendas embajadas en sus capitales y habilitar una conexión telefónica directa.
Los dos líderes celebraron este domingo en Asmara la primera reunión en 20 años entre gobernantes de ambos países, que concluyó en un acuerdo para restablecer las relaciones bilaterales y la “implantación de la decisión fronteriza”.
Como primer síntoma del deshielo entre ambas naciones, la aerolínea Ethiopian Airlines ha anunciado este martes que a partir del próximo 17 de julio reanudará los vuelos al país vecino.
EL ORIGEN
Eritrea se independizó de Etiopía en 1993, pero las disputas fronterizas llevaron a los dos países a una guerra entre 1998 y 2000 que causó decenas de miles de muertos.
El Acuerdo de Argel, firmado en 2000 para acordar las líneas fronterizas, estipula que las dos partes acepten la decisión de la Comisión de Frontera de Eritrea y Etiopía como “final y vinculante”.
Sin embargo, cuando esta comisión decidió conceder a Eritrea la ciudad de Badme, epicentro de la guerra, Etiopía se retractó de su compromiso y el entonces primer ministro etíope, Meles Zenawi, señaló que no aceptarían ese dictamen. Desde entonces y hasta la llegada de Abiy al cargo en abril pasado, las relaciones entre estos dos países del África oriental no habían avanzado.
El Acuerdo de Argel es impopular en Etiopía, donde muchos ciudadanos se creen traicionados por el Gobierno después de que su país ganara la guerra con Eritrea, en la que el propio Abiy combatió como miembro de la unidad de radiocomunicación del Ejército.