Con el objetivo de promover la actividad formativa entre profesionales de la Fundación Jiménez Díaz y del Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA), ambas instituciones celebraron recientemente de forma conjunta el Curso de Ecocardiografía en Urgencias.
“Nuestro hospital siempre intenta llevar a cabo actividades formativas con aquellos colegas que nos remiten pacientes. La idea es que, aunque ellos no están físicamente junto a nosotros, realmente somos un equipo, ya que los pacientes pasan antes por sus manos y luego por las nuestras, y es necesario que tengamos una estrategia homogénea y consensuada para tratarlos”, señala el doctor José Tuñón Fernández, jefe de Servicio de Cardiología de la Fundación Jiménez Díaz y co-director del curso, junto al doctor Jorge Short, subdirector médico del hospital madrileño.
Durante este curso, además de una detallada introducción a la ecocardiografía, la anatomía ecocardiográfica, valoraciones prácticas y casos clínicos, los profesionales presentaron los diferentes ecocardiogramas que se pueden realizar dependiendo de la patología que presente cada paciente (tromboembolismo pulmonar, disección aórtica, taponamiento cardiaco, etc..).
Ecocardiografía: una técnica que no expone al paciente a ningún tipo de radiación
En concreto, este encuentro se centró en la ecocardiografía -conocida también como ecocardiograma o ultrasonido cardíaco– que, mediante tecnología sanitaria, utiliza ondas sonoras para producir imágenes del corazón en diferentes dimensiones. Es una técnica reconocida y de gran utilidad para los pacientes que acuden a los servicios de Urgencias que, en comparación con otros exámenes, no expone al paciente a ningún tipo de radiación y produce información más concreta que, por ejemplo, la de una radiografía simple.
“Es una técnica no invasiva, económica, rápida y relativamente fácil de usar que puede aportar información clave desde el primer momento con el fin de administrar el mejor tratamiento posible al paciente”, explica el doctor Tuñón. “La información que ofrece esta tecnología abarca prácticamente todo tipo de alteraciones cardiovasculares que se presentan en la práctica clínica -añade-; por ejemplo, podemos descubrir un derrame pericárdico severo con taponamiento cardiaco, un neumotórax o un fallo ventricular severo”.
La ecocardiografía realizada en Urgencias, en comparación con la que se lleva a cabo en consulta, busca hallazgos más importantes que, por su severidad, consigan concretar qué les pasa a los pacientes que muestran un estado de gravedad alto. Como indica el doctor Tuñón, “hay patologías menos graves, como una insuficiencia valvular moderada, que tendrían relevancia en un examen de rutina, pero no aquí, donde hay que centrarse en condiciones graves para que el paciente se recupere”.
Además, a la hora de realizar una ecocardiografía en servicios como Urgencias y Emergencias, “es fundamental tener una serie de diagnósticos de sospecha antes de iniciar la exploración, para así poder centrarse en esas posibilidades. Hemos de ser rápidos y ver cómo encaja esa información en lo que le sucede al paciente”, comenta.
La Fundación Jiménez Díaz y el SUMMA
El Laboratorio de Imagen de la Fundación Jiménez Díaz no incluye solo ecocardiografía transtorácica, transesofágica y de esfuerzo, sino que el TAC y la resonancia magnética tienen un papel clave. Este servicio cuenta con más de 40 años de experiencia y, debido al alto volumen de pruebas que realiza, cuenta con diez cardiólogos asignados, tres enfermeras y varios técnicos.
La relación de este hospital con el SUMMA es excelente, “estamos en constante colaboración para atender a los pacientes que nos traen”, comenta el doctor Tuñón, quien concluye que, a partir de ahora, “habrá contactos más frecuentes para discutir lo que se ha ido haciendo con esos casos”.