“Construyan un muro en el Sáhara”. Ese fue el consejo que Donald Trump le dio a Josep Borrell para frenar la inmigración procedente de África. El ministro de Exteriores desvelaba esta solución, calcada a la que el presidente americano quiere llevar a cabo en la frontera entre EEUU y México.
Sin concretar en qué momento ni foro le aconsejó Trump esta medida, Borrell ha insistido en el descaro del presidente americano al proponer algo así. Y ha revelado partes de la conversación entre ambos. Así como también los argumentos del líder estadounidense. “La frontera con el Sáhara no puede ser más grande que la nuestra con México”, le argumentó.
Todo parece indicar que Trump hubiera podido aportar esa solución durante el viaje que Borrell hizo a EEUU. Fue a finales del mes de junio, poco después de jurar el cargo como ministro. Y el motivo era la visita de los Reyes a la Casa Blanca.
Diagnóstico sombrío
Más allá de los consejos y soluciones de Trump, Borrell se ha mostrado sombrío en su diagnóstico del debate migratorio. “El problema económico mal que bien lo hemos resuelto; el migratorio no porque no se arregla con dinero, es un problema emocional. Las sociedades europeas no están estructuradas para absorber a más de un determinado porcentaje de migrantes, especialmente si son musulmanes”, ha dicho.
Borrell ha abogado también por métodos más civilizados que los que aplican en Italia. “No lo vamos a resolver al estilo Salvini”, ha dicho muy seguro.