La UE tiene una clara directiva que describe cuál debe ser el nivel de los servicios que los países tienen que dar a una persona que solicita asilo. Hasta 6 son las obligaciones de los receptores de inmigrantes. Una norma que pretende dar a los solicitantes de asilo un “nivel de vida digno” mientras esperan una decisión sobre su solicitud de asilo.
Eso sí, esto no se aplica a aquellos inmigrantes cuyas solicitudes de asilo fueron rechazadas por un Estado miembro de la UE. Es decir, una persona sólo puede gozar de estas ventajas en un único país europeo.
Corresponde a cada Estado, eso sí, decidir si proporcionan a los solicitantes de asilo dinero de bolsillo o vales para pagar sus “necesidades materiales”. Aunque la UE deja en manos de cada país la definición de lo que constituye “un nivel de vida adecuado”.
Obligaciones, una a una
La primera es la de procurar alimento. Los Estados miembros de la UE deben velar porque los solicitantes de asilo tengan garantizada la comida.
En segundo lugar, los solicitantes de asilo tienen derecho a un alojamiento. Puede ser en centros de acogida pero también en casas particulares, pisos, hoteles u otras instalaciones adaptadas para los solicitantes.
La tercera de las obligaciones es la de la sanidad. Los países que acojan a solicitantes tienen que darles la atención sanitaria necesaria. Y eso incluye los servicios de urgencias y el tratamiento de enfermedades y trastornos mentales graves.
En el cuarto punto, la UE establece que los niños tienen que tener acceso a la educación. También les deben impartir cursos de idiomas para facilitar su acceso a la educación nacional.
El quinto de los puntos es quizá uno de los más complicados de cumplir. Sobre todo, en tiempos de crisis. Y es que la UE obliga a dar acceso al empleo en un plazo máximo de nueve meses.
Por último, los solicitantes de asilo tienen derecho a asesoramiento legal, contando así siempre con asesores jurídicos para llevar sus trámites a cabo.