El caos y las protestas de Chemnitz son caldo de cultivo para el ascenso de la ultraderecha alemana. Tras varios días de protestas por el asesinato de un hombre alemán a manos, supuestamente, de un hombre de origen sirio y otro iraní, ya se sabe quién sale ganando con todo ello.
Sin duda, el partido de ultraderecha AfD (Alternativa para Alemania) es quien más rédito está sacando de la ola xenófoba de Chemnitz. Y es que según las encuestas, crece imparable.
Como ya ha ocurrido tras otros sucesos, como atentados terroristas, AfD vuelve a lograr subir políticamente. El último sondeo refleja que la formación obtendría hasta un 17% de los votos. Algo que sería su máximo histórico.
El líder de AfD, Alexander Gauland, ha calificado de “autodefensa ciudadana” los disturbios de Chemnitz. Y ha defendido a capa y espada a los manifestantes, asegurando que es “normal” que “la gente esté enfurecida”.
Nuevas protestas
Chemnitz se convertía de nuevo este jueves en escenario de nuevas protestas. Esta vez, de manera más calmada y sin incidentes graves.
En esta ocasión, eran más de mil personas las que conformaban la manifestación ultraderechista. Aunque con tensión en el ambiente, la concentración no ha sido peligrosa ni amenazante, pese a la ola de violencia que se respira.
La de este jueves es sólo un adelanto de la que se ha organizado para este próximo sábado. Se espera que se multiplique el número de manifestantes y la policía alemana se prepara para posibles altercados.