Hace solo tres días que el Brexit se hacía efectivo y Boris Johnson ha decidido ya amenazar a la UE con llevar cabo el «modelo Australia» a partir de ahora. Asegura no estar dispuesto a que Reino Unido se tenga que alinear con las reglas europeas y adelanta que su objetivo es lograr un acuerdo al estilo Canadá. Y, si no es posible, aplicará el australiano. Pero, ¿en qué consiste?
Una decisión que ha sorprendido en Europa, ya que Australia no tiene tratado comercial con la UE. Se limitan a llegar acuerdos puntuales por sectores.
«No hay necesidad de un acuerdo comercial que suponga la aceptación de las reglas de la UE sobre competitividad, subsidios, protección social, medio ambiente o cualquier cosa similar», ha advertido Johnson.
El premier británico reclama una negociación «al mismo nivel». Y evitar que Bruselas juegue con ventaja o imponga la supervisión del Tribunal Superior de Justicia de la UE. «El Reino Unido mantendrá los más altos estándares en todas esas áreas, o incluso mejores, sin la obligación de un tratado», ha recalcado Johnson.
«Nos han dicho a menudo que tenemos que elegir entre el total acceso al mercado único, aceptando las reglas y los tribunales como Noruega, o un ambicioso tratado comercial sin acatar la regulación de la UE, como es el ejemplo de Canadá», reprochaba.
Johnson anunciaba que elegirían el tratado comercial de Canadá. Y espera negociar un pacto parecido en apenas 10 meses mientras a los canadienses les llevó siete años. Bruselas ya ha adelantado que imposible tener un tratado «integral» de comercio listo para el 31 de diciembre de 2020. Momento en que finaliza el periodo de transición del Brexit.
Modelo de Australia
De no lograr ese acuerdo, Johnson amenaza con acogerse al «modelo de Australia». Algo que Bruselas teme sea una manera de esconder el «no trato». Y es que el país australiano no tiene un tratado comercial con la UE.
Simplemente mantiene acuerdos sectoriales. Todo lo demás queda bajo el amparo de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Johnson amenaza también con implantar un «sistema de méritos y puntos» para la inmigración. Sistema copiado también de Australia.
El discurso de Johnson ha creado mucha inquietud en la base empresarial. Aunque el premier ha mostrado su confianza en que Reino Unido «prosperará en cualquier caso». También ha asegurado que están listos para «llegar a acuerdos con países que teníamos olvidados desde los años sesenta».