Como si de fin de año se tratara, Boris Johnson ha organizado una despedida a lo grande. El Brexit se hará efectivo este viernes a las 12 de la noche. Después de 47 años, Reino Unido abandona a la Unión Europea, que afronta un nuevo periodo de su Historia.
Se trata de la primera salida de la UE y obliga a los socios restantes a plantearse la viabilidad de su modelo de convivencia política. Lo hace en un periodo donde los euroescépticos crecen, con capitales importantes dudando en si seguir con el mayor ejercicio de integración política del mundo.
El Brexit sienta un precedente que preocupa en Bruselas. Y se abre además la duda de si la salida del Reino Unido será el final de una relación turbulenta o el principio de otra. También sobre si otros países seguirán su ejemplo y decidirán abandonar.
Fue el 23 de junio de 2016 cuando los resultados del referéndum mostraban que Reino Unido quería irse de la UE. Se abrían tres años de negociaciones que finalmente han terminado en la salida este 31 de enero.
Europa arranca un nuevo periodo tras haber alcanzado su máximo apogeo con los Veintiocho. La UE había llegado a tener 512 millones de habitante, cuatro millones de kilómetros cuadrados y un PIB de casi 16 billones de euros. Cifras que no volverá a recuperar.
Tres años después del referéndum del Brexit aún hay quien se pregunta cómo los británicos pudieron votar a favor. Sobre todo, teniendo en cuenta que el 70% votó hace 50 años que sí a la UE. Algunos apuntan a las campañas de desinformación. Otros, a las crisis financiera y migratoria sufridas en los últimos años. Y hay quien lo achaca al tradicional desapego de los británicos con la UE.
Sea lo que fuere, lo cierto es que 31 de enero Reino Unido abandona Europa. Y se abre un nuevo escenario difícil de predecir.
Futuro de la UE
En mayo, la UE abrirá una Conferencia sobre el futuro de Europa. Una antesala de las posibles reformas que llevar a cabo. El plan pretende dos años de consultas. Tanto en los parlamentos de cada país miembro como entre la sociedad. El objetivo es saber qué avances pueden lograrse.
En la UE quieren volver a tener a la ciudadanía de su lado. Aunque los cambios no serán inmediatos. El final de la Conferencia apunta a que sea en 2022. Un momento que coincidirá con la renovación de mandato o relevo de Macron en Francia. Y con el poder de Berlín, ya sin Merkel, de la Unión.
Precisamente, el poder que ostentarán a partir de ahora Alemania y Francia preocupa a los socios más pequeños. El hueco de Reino Unido tiene que ser ocupado y España e Italia son firmes candidatos a ello.
La salida británica deja, además, un agujero de 70.000 millones de euros en los presupuestos comunitarios.
Europa necesita volver a ilusionar a la sociedad. Convencerla de que es el mejor escenario posible. Y tras la salida de Reino Unido, hay mucho trabajo qué hacer para conseguirlo.