Vladímir Putin quiere iniciar el camino de la transición en Rusia y, para ello, necesita tener un nuevo Gobierno. El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, y todo su gabinete ha dimitido en pleno. Una decisión inédita que se ha producido después de que Putin haya propuesto un cambio en la Constitución.
La inédita dimisión se ha producido después del discurso de Putin. La reforma acometerá cambios «sustanciales» en la Constitución y debilitaría los poderes de su posible sustituto. Las modificaciones tendrán que ser respaldadas por un referéndum. Y se establecerían nuevos y más duros requisitos para liderar el país. Además, fortalecerán el papel del Parlamento y de un renovado Consejo de Estado.
El anuncio de Putin refuerza la tesis de quienes piensan que busca otro puesto para mantenerse en el poder más allá de 2024. Año en que acaba legalmente su mandato.
El primer ministro, que ha ocupado el cargo en varios mandatos desde 2012, asegura que la renuncia en bloque busca dar a Putin espacio para llevar a cabo los cambios constitucionales que ha propuesto.
Posibles primeros ministros
En las quinielas suenan nombres como los de Sergei Sobyanin, el alcalde de Moscú, Maxim Oreshkin, el ministro de Economía, o Alexander Novak, el ministro de Energía. El nuevo nombramiento podría señalar a su eventual sucesor.
«Estos son cambios muy serios en el sistema político», ha recalcado Putin. Tanto es así que sugiere dar más autoridad a la Duma estatal y al Consejo de la Federación (las dos Cámaras legislativas rusas), que será quien nombre al primer ministro y a los ministros del Gobierno. Hasta ahora, se limitaban a dar el visto bueno a lo decidido por el presidente.
