Hasta este pasado lunes, EEUU había confirmado 558.000 casos de coronavirus y más de 22.100 muertos por la pandemia. El impacto del Covid-19 en el gigante americano ha sido enorme, aunque hay 4 claves que lo explican. Desde la tardanza en tomar medidas a la actitud de algunos gobernadores de Estado.
En pocos días, EEUU se ha convertido en el país del mundo con más contagios y con más fallecidos, superando a España e Italia, hasta ahora en cabeza. El mayor foco de contagio se sitúa en Nueva York y en los últimos días se han registrado hasta 2.000 muertos diarios.
Según el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), EEUU está ya acercándose al pico de la epidemia. Pero lo hace en una situación complicada. Y 4 son las claves que han llevado a ello.
Lentitud
Si en algo coinciden los expertos en EEUU es que se tenían que haber tomado medidas más serias mucho antes. El propio equipo de la Casa Blanca reconoció ese gran error.
EEUU comunicó el primer caso el 21 de enero. Y no fue hasta 10 días después que se tomó la primera medida. Fue decretar la prohibición de entrada al país a extranjeros que hubieran visitado China en los últimos 14 días.
Los expertos critican que no fuera acompañada de otras medidas como el distanciamiento social. Algo que no se recomendó hasta mediados de marzo. A ellos se sumaron declaraciones de Trump asegurando que una simple gripe, que se “pasará con el calor” o que “lo tenemos todo controlado”.
Sin embargo, el pasado 11 de abril, ‘The New York Times’ publicó una investigación en la que se descubrió que la Casa Blanca tenía informes para tomar medidas drásticas ya en febrero.
Los test
Al igual que en España, la falta de test ha sido uno de los grandes problemas de EEUU. Pruebas defectuosas o demasiado caras retrasaron la respuesta a la pandemia.
Sin capacidad para detectar los casos y aislarlos, no pudieron evitar que se propagara por todo el país a un ritmo vertiginoso. A ello se unió que todo se centralizó en el CDC en Atlanta, siendo los únicos autorizados para realizar las pruebas.
Una situación que ya parece haber cambiado. Durante la última semana, se realizan diariamente alrededor de 147.000 test.
Sistema de salud
Basado en su mayoría en los seguros privados, el sistema de salud de EEUU complica más aún la situación. La falta de cobertura sanitaria es un problema que ahora se vuelve crucial. En 2018, hasta 27,5 millones de personas no tenían seguro médico. Por que muchos de ellos evitan tener que ir a los centros sanitarios. Y es que una consulta para quien no disponga de seguro puede llegar a costar cientos de dólares.
Las pruebas del Covid-19 comenzaron a costar hasta 3.000 dólares, por lo que muy pocos podían acceder a ellas.
Los inmigrantes indocumentados, unos 11 millones, también evitan ir al médico. Lo que multiplica los riesgos de contagio.
Otros, pese a contar con seguros, son insuficientes. Con coberturas muy básicas, no cubren esta enfermedad.
Y por si fuera poco, además no existe ningún requisito para que los empresarios ofrezcan días de baja pagados por enfermedad. Por lo que muchos, aún teniendo síntomas, acuden a sus puestos de trabajo.
Descoordinación entre Estados
Ante lo que muchos consideraron falta de liderazgo de la Casa Blanca, los gobernadores tomaron las riendas de sus Estados. Algunos impusieron restricciones en fechas tempranas y declararon el estado de alarma. Se adelantaron al caos.
Otros territorios prefirieron esperar, lo que pudo contribuir a la escalada de contagios.
California se ha convertido en uno de los ejemplos de éxito. El Estado registra solo 330 muertes de las más de 22.000 del país. Una cifra menor si se tiene en cuenta que Los Ángeles es la segunda ciudad más poblada del país, tras Nueva York.
Además, cada Estado cuenta con su propia infraestructura sanitaria pública. La falta de coordinación entre Estados ha multiplicado el caos y propiciado una mayor propagación.