Este martes se celebraba la primera sesión del ‘impeachment’ o juicio político a Donald Trump. El Senado se convertía en un choque de trenes en el que los republicanos defendieron al presidente americano con uñas y dientes. Con amplia mayoría en la Cámara alta, han diseñado un juicio exprés que podría terminar en poco más de una semana. La razón es que no hay acuerdo en que declaren nuevos testigos del caso, como reclaman los demócratas.
Fue una sesión que duró más de 12 horas. En ese tiempo, los republicanos tumbaron al menos las siete enmiendas de los demócratas.
No hubo errores. En todos los casos, los 53 republicanos votaron a una. Al igual que los 47 demócratas. El Senado se convirtió en un tribunal en el que los senadores fueron el jurado y el presidente del Supremo, John Roberts, ocupaba el asiento del presidente del Senado. Por su parte, un grupo de congresistas demócratas ejercía de fiscales. Y un equipo de la Casa Blanca, de abogados defensores.
Quien no estaba era el propio acusado, Donald Trump, que participaba en ese momento en el Foro de Davos en Suiza.
El debate se centró en esta primera sesión en cómo se va a desarrollar el propio ‘impeachment’. Los demócratas presentaron enmiendas para pedir documentos a la Casa Blanca, al Pentágono o a la Oficina de Presupuestos. Pero ninguna salió adelante. Tampoco podrán llamar a declarar al director de Presupuesto ni al consejero de Seguridad Nacional entre otros.
Calendario maratoniano
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, ha planteado un calendario breve pero maratoniano. Los demócratas que ejercen de acusación disponen de 24 horas para su exposición. Repartidas en tres días diferentes. La defensa de Trump tiene el mismo tiempo. El juicio comenzará cada día a las 13:00 horas.
Los senadores contarán después con 16 horas para hacer preguntas a las partes por escrito, ya que tienen prohibido hablar mientras dura el juicio. Será el juez Roberts el que las leerá en voz alta.
Después de esta fase, la Cámara abrirá un debate de cuatro horas para que cada parte argumente a favor o en contra de la declaración de nuevos testigos, la petición de más material o pruebas. Si, como hasta ahora, los republicanos cierran filas entorno a Trump, el juicio pasaría a la deliberación. Y se emitiría el voto sobre el veredicto final. Por tanto, no es probable que dure más de una semana.
Acusación
Trump está acusado de abuso de poder por tratar de presionar a Ucrania para que abriese una investigación sobre su rival político Joe Biden. Éste fue precandidato presidencial demócrata.
También se le acusa de haber boicoteado toda la investigación parlamentaria relacionada con este caso. Para ello, rechazó la entrada de documentos y vetó la declaración de testigos de la Administración. Este punto es lo que ha llevado a los demócratas a pedir más declaraciones y documentos.
Sin embargo, los republicanos dominan la Cámara. Algo de lo que se han quejado los demócratas. «Este es un juicio diseñado por el presidente y para el presidente», criticó Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado. «Un juicio sin testigos no es un juicio, es una tapadera», añadió. McConnell, que abrió la sesión para exponer su propuesta.
Para lograr condenar a Trump tendrán que convencer a cuatro republicanos que, junto a los demócratas, sumen una mayoría de 51 sobre 100 senadores.