Con las encuestas en contra y desde abril sin comparecer por el Covid-19, Donald Trump volvía al atril para analizar la situación del virus en EEUU. Sin científicos alrededor, como sí hacía en sus primeras comparecencias, mostró un giro de 180 grados en su discurso. Más serio, aparentemente más preparado y en consonancia con lo que los expertos llevan meses diciendo. El presidente americano advirtió de que la pandemia irá a peor antes de mejorar e insistió en el uso de la mascarilla para evitar contagios.
Le ha costado varios meses, pero finalmente Trump ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para usa mascarilla. Hasta ahora, un elemento del que se ha burlado en numerosas ocasiones. Lo que no ha cambiado el presidente estadounidense es la forma en la que define al Covid-19. Se refirió en todo momento a él como el “virus chino”.
En un discurso cargado de realidad, pero también de propaganda electoral, Trump se mostró optimista en la cuestión de la vacuna. Aseguró que habrá pronta disponibilidad de ella e insistió en que el “virus desaparecerá”.
Como parte de su giro de 180 grados, Trump no escondió la realidad. Con cerca de 4 millones de positivos y más de 141.000 muertos, insistió por primera vez en el uso de la mascarilla. “Te guste o no la máscara, tiene impacto”, reconoció finalmente. Sacando una del bolsillo y mostrándola a los medios, aseguraba que “no tengo ningún problema en llevarla”. Algo que va en consonancia con la defensa que hizo en Twitter de esta medida de prevención.
“Todo lo que potencialmente puede ayudar está bien”, remarcó. “He cambiado mi opinión”, admitió en otro giro de guión.
China, en la diana
Consciente de que en noviembre las urnas le juzgarán por su gestión del Covid-19, Trump aseguró haberlo hecho muy bien. Y eso que los sondeos indican lo contrario completamente.
Quizá por ello se encargó de nuevo de culpar a China por el coronavirus. Pero admitió que si el país asiático lograra la vacuna antes que ningún otro, no tendría problemas en trabajar con ellos. Aún así, confía en que EEUU sea el primero en ofrecer una vacuna. “Estamos muy cerca, estará antes de lo que muchos piensan”, dijo. Algo con lo que los científicos no están muy de acuerdo.