La expresidenta de Argentina, y ahora senadora, Cristina Fernández de Kirchner, ha denunciado este martes la incautación de su banda presidencial y la de su marido, el fallecido Néstor Kirchner. La Policía se las habría llevado durante el registro de sus propiedades en el marco del caso conocido como ‘los cuadernos de las coimas’. Sin embargo, otros muchos objetos fueron incautados en ese repaso judicial.
“Me acabo de enterar que entre los objetos que mandó a secuestrar Bonadio de mi casa de El Calafate estaban las bandas y bastones presidenciales de Néstor y míos. La violación de los derechos y garantías sin límite”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
Pero los objetos de los que se incautó la Policía iban más allá. Muchos de ellos, probablemente constitutivos de delito. Y es que fueron adquiridos mediante sobornos y regalos poco transparentes.
A Fernández de Kirchner también le requisaron un sable corvo color negro con metal amarillo. Un obsequio del ejército argentino. También una gargantilla con el escudo nacional del país o una daga árabe en metal amarillo. Esto último, regalo de un sultán.
A ello se añadieron una lapicera Mont Blanc y una carta autografiada del general San Martín y escrita durante su exilio en París. Curiosamente, no se encontró dinero en ninguna de las propiedades de la expresidenta.
Denuncia
Algunos de los objetos, como los relacionados con la presidencia de Argentina, ya han sido devueltos a Fernández de Kirchner. Sin embargo, ella ha vuelto a denunciar el “abuso de autoridad” al que dice estar siendo sometida.
Kirchner ha denunciado que ninguno de sus abogados pudo estar presente en los registros. Y eso que uno de sus representantes legales lo intentó, aunque fue expulsado por el jefe del operativo.