El 21 de mayo de 2014, Rusia y China firmaron un tratado el que previeron el suministro continuo de gas natural ruso en grandes cantidades al gigante asiático por un período de 30 años. Un acuerdo que recuerda mucho al suscrito hace unos meses entre China y Qatar, por 27 años. Las relaciones entre China y Rusia no siempre han gozado de buena salud como hasta ahora, que se necesitan mutuamente al compartir un rival geopolítico común: Estados Unidos.
La invasión rusa de Ucrania ha vuelto a poner en tela de juicio las relaciones diplomáticas entre los países liderados por Xi Jinping y Vladimir Putin. China se ha puesto de perfil porque no quiere confrontar directamente con Estados Unidos, principal aliado de Volodímir Zelenski frente a Rusia. Sin embargo, las acciones diplomáticas rusas y chinas revelen un apoyo mutuo frente a Occidente.
Sanciones occidentales a Rusia
La oleada de sanciones occidentales a Rusia ha hecho que el Kremlin refuerce sus relaciones con China. Eso es un hecho. Tanto es así que China ha relevado a Alemania como mayor comprador de energía rusa, consecuencia directa de las sanciones europeas a los productos rusos. No obstante, a diferencia de Irán, que sí busca una estrecha relación con Rusia, Xi Jinping ha hecho notables esfuerzos para no sancionar expresamente a su país vecino.
Cooperación militar
China teme que sus intereses en el Viejo Continente puedan repercutir si su apoyo a Rusia fuese más vehemente. A pesar de ello, el gigante asiático sigue manteniendo una estrecha cooperación militar con su aliado ruso. El pasado 30 de noviembre de 2022, cuando las fuerzas aéreas de los ejércitos de estas naciones realizaron por segunda vez en el año un patrullaje estratégico por los aires del Mar de Japón, el Mar de China y el Pacifico Occidental.
Además, fue la primera vez que naves rusas aterrizaron en territorio chino, mientras que las naves chinas lo hicieron en territorio ruso. Permitiendo que ambas fuerzas aéreas se familiaricen con el territorio aleado. Ese patrullaje fue el quinto realizado en los últimos cuatro años, el primero en junio del 2019, el segundo en diciembre de 2020, el tercero en noviembre de 2021 y el cuarto realizado el 24 de mayo de 2022.
Alianza económica
Además de la clave militar, la alianza entre China y Rusia también se fundamenta en las relaciones económicas. Pekín y Moscú mantienen un apoyo comercial muy fuerte por su intención de discutir la hegemonía de Estados Unidos Unidos en el globo terráqueo. La última cumbre entre los dos mandatarios, celebrada en Uzbekistán, dio buena cuenta de sus propósitos en el futuro.
La relación económica entre las dos potencias asiáticas se basa en importaciones de petróleo, gas y alimentos desde Rusia en importantes transacciones en yuanes y rublos.
La guerra de Ucrania y sus consecuencias políticas y económicas han puesto más de relieve para los dos países la necesidad de forjar una sólida alianza frente a Washington DC. Por si fuera poco, los problemas económicos que atraviesa el gigante asiático tras su ascenso meteórico, unida a la grave sequía y los efectos, aún latentes, de la pandemia del covid, obligan a China en mantener a Rusia como aliado.
En consecuencia, la relación económica entre las dos potencias asiáticas se basa en importaciones de petróleo, gas y alimentos desde Rusia en importantes transacciones en yuanes y rublos. En los dos últimos años, el comercio entre Rusia y China aumentó en más de 70.000 millones de dólares. Aún así, el Kremlin todavía busca ampliar los lazos comerciales con China, con un enfoque particular en los productos agrícolas. China ya está profundizando en este aspecto con sus aliados del BRICS; estos son: Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.