El Gobierno conservador de Portugal, liderado por el primer ministro Luís Montenegro, cayó este martes tras perder una moción de confianza presentada por el propio Montenegro ante la Asamblea de la República y el fantasma de unas nuevas elecciones desde 2022. La derrota parlamentaria, anticipada desde hace días, llega tras una intensa crisis política originada por los negocios familiares del primer ministro, en concreto la empresa Spinumviva, cuyo manejo ha generado fuertes cuestionamientos y desgaste político desde hace casi tres semanas.
Durante la sesión parlamentaria, Montenegro intentó evitar la votación ofreciendo retirar la moción si el Partido Socialista (PS), principal fuerza de oposición, concretaba sus dudas sobre la gestión de su empresa familiar. Los socialistas, que exigían una comisión parlamentaria para investigar el caso, rechazaron esta propuesta por considerarla insuficiente. Aunque el Ejecutivo aceptó finalmente la creación de dicha comisión, limitó su funcionamiento a un plazo de apenas dos semanas, un planteamiento que tampoco fue aceptado.
Toda la oposición, salvo Iniciativa Liberal, votó en contra del Gobierno. Hugo Soares, líder parlamentario del Partido Social Demócrata (PSD), intentó sin éxito negociar con el líder socialista, Pedro Nuno Santos, durante un receso solicitado expresamente para este fin. Este intento de diálogo fue infructuoso, lo que confirmó la derrota inevitable del Gobierno.
Posibles elecciones
Ahora la decisión sobre unas posibles elecciones anticipadas queda en manos del presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, quien deberá consultar previamente con los partidos. De concretarse, serían los terceros comicios desde 2022.
El debate transcurrió en un ambiente de tensión, con interrupciones y reproches cruzados entre los diferentes grupos políticos. Montenegro responsabilizó al PS por la crisis y le acusó de aliarse con la extrema derecha, mientras que Pedro Nuno Santos afirmó que el primer ministro solo puede culparse a sí mismo por la situación generada.
Las encuestas recientes apuntan a un descenso en el apoyo al Gobierno conservador y un repunte del Partido Socialista, aunque también reflejan el rechazo generalizado hacia la convocatoria anticipada de elecciones.