Donald Trump está delineando un equipo de política exterior con perfiles de línea dura para su próximo mandato, consolidando su enfoque en temas de seguridad nacional e inmigración. Según medios estadounidenses, Marco Rubio, senador de origen cubano de 53 años, será el próximo secretario de Estado, lo que lo convertiría en el primer latino en ocupar este puesto. Rubio es conocido por su postura firme frente a China e Irán y su deseo de concluir el conflicto entre Ucrania y Rusia, al que considera en un «punto muerto». También ha sido un crítico abierto de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Trump, que este miércoles se reunirá con el presidente Joe Biden para iniciar la transición presidencial, ya ha anunciado varios nombramientos clave para su administración. Mike Waltz, congresista y exoficial de las fuerzas especiales, será asesor de Seguridad Nacional. Waltz, defensor de la doctrina de «paz a través de la fuerza», ha subrayado en varias ocasiones la amenaza que representan China, Rusia, Irán y el terrorismo global. En 2023, copresentó un proyecto para autorizar el uso del ejército contra los cárteles de la droga en México, apuntando al tráfico de fentanilo como una grave amenaza para Estados Unidos.
Inmigración y política exterior
Otros nombramientos reflejan una continuidad con la política exterior y de inmigración de Trump. Mike Huckabee, exgobernador de Arkansas y figura influyente de la derecha cristiana, será embajador en Israel, mientras que Tom Homan, conocido por su enfoque de mano dura, volverá a liderar la política migratoria de Estados Unidos como “zar” de la frontera. Trump ha prometido que Homan llevará a cabo la mayor operación de deportación de migrantes en situación irregular en la historia del país.
El equipo de seguridad y defensa también incluye a figuras como Kristi Noem, la gobernadora de Dakota del Sur, quien estará al frente del Departamento de Seguridad Nacional. Este departamento es responsable de la gestión fronteriza, la lucha contra las amenazas internas y la respuesta a desastres naturales, tareas que se anticipan como claves en la nueva administración.
Más nombramientos
En la esfera internacional, Trump ha designado a Elise Stefanik, congresista republicana de 40 años, como embajadora ante la ONU. Stefanik, que comenzó su carrera política como una voz moderada, se ha convertido en una figura destacada dentro del ala pro-Trump del Partido Republicano, defendiendo al expresidente durante su primer juicio político en 2019.
El foco de la futura administración se extiende más allá de la política exterior e inmigración, alcanzando la esfera ambiental. Lee Zeldin, excongresista de Nueva York, será el nuevo jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), con la misión de desmantelar las medidas adoptadas bajo la administración de Joe Biden en favor de una agenda centrada en «Estados Unidos primero».
Por otro lado, la sintonía entre Trump y el nuevo presidente electo de Argentina, Javier Milei, también ha captado la atención. Ayer mantuvieron una conversación telefónica de diez minutos en la que Trump expresó su admiración por Milei, llamándolo su “presidente favorito”. Este encuentro refuerza lazos con figuras políticas afines en la región y subraya la intención de Trump de consolidar alianzas en el ámbito internacional.