La cumbre europea celebrada en Londres con el objetivo de reforzar el apoyo a Ucrania ha evidenciado discrepancias entre Francia y el Reino Unido respecto a una posible tregua en el conflicto. Mientras tanto, el contraespionaje francés ha señalado a Moscú por presuntas «operaciones hostiles» y «sabotajes» en varios países europeos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró al diario ‘Le Figaro’ que tanto él como el primer ministro británico, Keir Starmer, han propuesto un alto el fuego de un mes por tierra, mar y aire. «Durante los próximos días debiéramos conseguir cambiar el rumbo de las cosas», afirmó el mandatario francés el pasado domingo.
Sin embargo, la posición británica no parece alinearse del todo con esta propuesta. Apenas catorce horas después, el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, Luke Pollard, declaró a la BBC que «ese no es un plan que actualmente reconozcamos». Añadió que no hay un acuerdo definido sobre lo que podría significar una tregua, pero que continúan trabajando con Francia y otros aliados europeos para determinar el camino a seguir hacia una paz duradera en Ucrania. Pollard insistió en que se están discutiendo diversas opciones de manera privada entre los aliados, sin que hasta el momento se haya alcanzado un consenso claro.
Ambigüedad en la postura europea
La falta de una postura unificada entre los países europeos se refleja en la cobertura mediática. Mientras que ‘Le Monde’ destaca la búsqueda de un plan de paz sin propuestas concretas, ‘Le Figaro’ subraya la incertidumbre y la falta de unidad en Europa ante la coyuntura internacional. La divergencia entre las posturas de Macron y otros líderes europeos, como Starmer o la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, contrasta con la alineación del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, con una visión más cercana a Vladimir Putin.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha reaccionado a la propuesta de tregua con escepticismo, afirmando que «será un fracaso para todos si Ucrania se ve obligada a un alto el fuego sin garantías de seguridad serias». Además, ha señalado que una tregua sin condiciones sólidas sería «insuficiente» y no pondría fin de manera duradera a la invasión rusa.
Acusaciones de sabotaje y operaciones encubiertas
En este contexto, la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), el servicio de contraespionaje francés, ha vuelto a advertir sobre acciones hostiles atribuidas a Rusia en Europa. Según sus informes, potencias extranjeras estarían llevando a cabo intentos de sabotaje contra empresas y laboratorios en Francia y otros países europeos, además de intensificar la represión transnacional contra disidentes.
Esta no es la primera vez que el gobierno francés denuncia injerencias de los servicios secretos rusos. Durante la campaña presidencial de 2022, París acusó a Moscú de intentar interferir en favor de Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional, a quien Putin recibió en varias ocasiones antes y después de que bancos rusos concedieran financiación a su partido.
Las tensiones entre Europa y Rusia, lejos de disiparse, se han intensificado tras la cumbre de Londres, dejando en evidencia las diferencias estratégicas dentro del bloque europeo respecto al conflicto en Ucrania.