Los países nórdicos han intensificado sus esfuerzos para preparar a la población frente a escenarios de crisis, incluida una posible guerra, en un contexto de creciente tensión con Rusia. Los gobiernos de Suecia, Finlandia, Noruega y Dinamarca han emitido guías y folletos que ofrecen recomendaciones prácticas, desde el almacenamiento de alimentos no perecederos y agua, hasta la creación de inventarios domésticos para emergencias. En Suecia, más de cinco millones de hogares recibirán este mes un manual actualizado, “En caso de crisis o guerra”, que incluye nuevos consejos sobre evacuación, primeros auxilios y cuidado de grupos vulnerables. Esta medida, la quinta de su tipo desde la Segunda Guerra Mundial, refleja un panorama de seguridad cada vez más preocupante en la región.
En Finlandia, una web recién lanzada compila información para crisis, destacando la necesidad de que los ciudadanos sean autosuficientes durante varios días. Según Erikka Koistinen, del Ministerio del Interior finlandés, esta plataforma es una respuesta a la limitada capacidad de las autoridades en situaciones extremas.
En Noruega, un folleto distribuido a principios de mes enfatiza la preparación para escenarios catastróficos, y altos mandos militares, como el general Eirik Kristoffersen, advierten que Rusia podría atacar a miembros de la OTAN en los próximos años. Dinamarca, por su parte, inició en julio una campaña inédita en décadas, instando a sus ciudadanos a prepararse para cortes de servicios básicos.
Conflicto en Ucrania
Aunque las recomendaciones de los países nórdicos no mencionan directamente la guerra de Rusia y Ucrania, su contexto es claro. El conflicto en Ucrania, la reciente doctrina nuclear de Moscú y el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania han intensificado los temores en la región. En el Báltico, esta clase de guías ya se difunde desde 2014, tras la anexión de Crimea, mientras que Reino Unido ha publicado también una web similar este año.
A pesar de las críticas sobre el posible impacto psicológico de estas iniciativas, expertos como Viktoria Asp, de la Academia Superior de Defensa Nacional en Estocolmo, defienden su importancia: “Es responsabilidad del Estado preparar a la población mental y prácticamente para cualquier crisis”.