La Comisión Electoral de Rumanía ha rechazado este domingo la candidatura presidencial del ultranacionalista Calin Georgescu, quien había ganado la primera vuelta electoral celebrada el pasado noviembre. La decisión ha provocado protestas de cientos de sus simpatizantes de Georgescu en Bucarest.
Georgescu, que lideraba las encuestas con cerca del 40% de intención de voto, fue descalificado sin que la Comisión Electoral ofreciese más detalles sobre las razones específicas de la invalidación. El político, conocido por sus posiciones críticas hacia la Unión Europea y la OTAN, calificó esta decisión como «un golpe directo a la democracia», asegurando en redes sociales que Europa se ha convertido en «una dictadura» y que Rumanía vive bajo «una tiranía».
El rechazo ocurre después de que el Tribunal Constitucional anulase la primera vuelta electoral por supuestas injerencias rusas, un hecho sin precedentes recientes en la Unión Europea, lo que obligó a convocar nuevos comicios presidenciales para el próximo mayo.
Durante las protestas frente a la Comisión Electoral, las fuerzas de seguridad dispersaron a los manifestantes pro-Georgescu utilizando gases lacrimógenos después de que estos rompieran el cordón policial e intentaran ingresar al edificio. En los enfrentamientos, un agente resultó herido tras recibir el impacto de un objeto contundente. Las autoridades señalaron posteriormente que la situación ya estaba «bajo control».
Georgescu, imputado recientemente por falsedad en las declaraciones sobre la financiación electoral, incitación a acciones inconstitucionales, organización de un grupo fascista y apología de crímenes de guerra, tiene la opción de apelar esta decisión ante el Tribunal Constitucional.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado preocupación por la escalada de tensión y han pedido calma a las partes implicadas, instando a las autoridades rumanas a garantizar el respeto a las libertades civiles y al debido proceso en esta crisis electoral.