El Rey Felipe VI ha destacado la importancia de “afianzar el papel de la Unión Europea como actor global” durante su intervención en la tradicional recepción al cuerpo diplomático acreditado en España, celebrada este martes en el Palacio Real de Madrid. Ante representantes de 126 embajadas y 42 organismos multilaterales, el monarca insistió en que la UE debe superar sus divisiones internas para actuar de manera unificada en defensa del derecho internacional, la paz y la estabilidad. Este mensaje cobra especial relevancia a 11 días de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos, lo que podría redefinir el panorama geopolítico.
El Rey abordó un amplio espectro de temas internacionales, calificando el momento actual como “complejo e inestable”. Entre otros asuntos, expresó su apoyo a Ucrania y justificó el reciente reconocimiento de Palestina por parte de España como una contribución a la estabilidad regional. Asimismo, reiteró la disposición de España para acoger una nueva conferencia de paz en Madrid, en el contexto de las tensiones persistentes en Oriente Medio. Felipe VI condenó los atentados del 7 de octubre de 2023 en Israel, pidió la liberación de los rehenes y enfatizó la necesidad de mejorar las condiciones de la población palestina en Gaza y Cisjordania.
Desafíos diplomáticos
En su discurso, también aludió al cambio climático y destacó la importancia de promover diálogos sostenibles basados en el rigor científico y el realismo económico. Respecto a la política comercial, defendió el acuerdo entre la UE y Mercosur, subrayando el papel de España en su impulso durante la presidencia rotatoria de la Unión.
Aunque evitó referencias directas al régimen de Nicolás Maduro, el monarca enfatizó el respeto a la “voluntad popular libremente expresada en procesos democráticos”. La presencia de la embajadora venezolana, Gladys Gutiérrez, añadió un matiz diplomático a la recepción, especialmente tras recientes tensiones entre ambos países.
La recepción del cuerpo diplomático presidida por Felipe VI también estuvo marcada por ausencias significativas, como la de representantes diplomáticos de Estados Unidos e Israel, y por la participación de nuevos actores clave, como el embajador de Argelia y el palestino Husni Abdel Wahed, presentado por primera vez en este foro como representante del Estado Palestino.