Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, viajaron a Londres el domingo, día 18, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, visitaron la capilla ardiente de la Reina Isabel II, instalada en el Palacio de Westminster. El día 19 asistieron al funeral de Estado de la difunta reina en la Abadía de Westminster, donde coincidieron con líderes mundiales como Joe Biden, Emmanuel Macron y Ursula von der Leyen.
Posteriormente, asistieron en el Palacio de Buckingham a una recepción ofrecida por el Rey Carlos III a los jefes de Estado y de Gobierno asistentes al funeral. El lunes 19 de septiembre a primera hora se cerró la capilla ardiente en el Salón de Westminster. Posteriormente, se trasladó el féretro de Su Majestad la Reina hacia la Abadía de Westminster.
142 marineros arrastraron el carro de artillería de la Marina Real, donde cargaban con el féretro de La Reina. En el camino estuvo escoltado por miembros de la Marina Real y del Cuerpo de Marines Reales, y una guardia de honor compuesta por los tres cuerpos del ejército y acompañada por la banda de Marines Reales.
Funeral de Estado
Sus Majestades los Reyes, Felipe VI y Letizia, estuvieron acompañados de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos y Su Majestad la Reina Doña Sofía se trasladaron hacia la Abadía de Westminster donde tuvo lugar el funeral de Estado. El deán de Westminster, David Hoyle, fue el encargado de oficiar la misa y el arzobispo de Caterbury, Justin Welby, que encargado de dar el sermón. Hacia el final del funeral, se escuchará el «Last Post», un toque de corneta común en los entierros británicos, seguido de dos minutos de silencio nacional. El himno nacional y un lamento interpretado por el gaitero de la Reina puso fin a la misa.
Tras la misa funeraria, el féretro de la Reina se trasladó en un cortejo fúnebre desde la Abadía hasta el Arco de Wellington, en la esquina de Hyde Park. Una vez en el Arco de Wellington, el féretro se transfirió a un coche fúnebre para llevar a cabo el viaje al Castillo de Windsor.
Posteriormente, Su Majestad el Rey junto con Su Majestad la Reina Doña Sofía se trasladaron a la capilla de San Jorge para una misa de entierro que fue oficiada por el deán de Windsor, David Conner, con la bendición del arzobispo de Canterbury, Justin Welby. La Reina se enterró junto a su marido, el Duque de Edimburgo, en la capilla memorial de Jorge VI, situada en el interior de la capilla de San Jorge.