El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha anunciado este martes ante la Cámara de los Comunes su intención de incrementar el presupuesto de defensa hasta el 2,5% del PIB a partir de abril de 2027. La medida, que supera el compromiso del anterior Gobierno conservador de alcanzar esa cifra en 2030, busca reforzar la seguridad nacional y la posición británica en el escenario internacional.
En la actualidad, el gasto en defensa del Reino Unido representa el 2,3% del PIB. Starmer ha definido este incremento como «el mayor aumento sostenido del gasto en defensa desde la Segunda Guerra Mundial». Además, ha planteado la posibilidad de elevar la inversión hasta el 3% en la próxima legislatura, prevista para 2029.
Reunión con Trump y alianzas europeas
El anuncio se produce en un contexto de diálogo estratégico con sus socios internacionales. Este jueves, Starmer viajará a Washington para reunirse con el expresidente Donald Trump, con quien abordará cuestiones de seguridad y defensa en el contexto de la relación transatlántica. Paralelamente, el próximo domingo Londres acogerá un encuentro con varios líderes europeos para coordinar estrategias de defensa y seguridad.
El primer ministro británico ha subrayado la necesidad de mantener una cooperación firme con Europa en materia de defensa. «Nuestro compromiso con la seguridad europea es inquebrantable, y es el momento de intensificarlo», ha afirmado.
El incremento en el gasto de defensa se financiará en parte mediante un ajuste en la ayuda al desarrollo. Starmer ha confirmado un recorte del presupuesto destinado a este fin, que pasará del 0,5% al 0,3% del PIB. «No es una decisión fácil ni me enorgullece anunciarla», ha admitido el primer ministro, aunque ha subrayado que «la seguridad del pueblo británico debe ser siempre la prioridad».
Mensaje diplomático a Estados Unidos
El Reino Unido seguirá participando en iniciativas humanitarias en regiones como Sudán, Ucrania y Gaza, así como en programas de lucha contra el cambio climático y crisis sanitarias globales. Sin embargo, la decisión de reducir la inversión en ayuda internacional ha generado debate dentro del Partido Laborista y entre organizaciones no gubernamentales.
La estrategia de Starmer también tiene un componente diplomático relevante. En su próxima reunión con Trump, el primer ministro británico buscará reforzar la relación con Estados Unidos sin renunciar a la colaboración con la Unión Europea. «Debemos rechazar cualquier falsa dicotomía entre nuestros aliados», ha declarado, insistiendo en la necesidad de una alianza equilibrada a ambos lados del Atlántico.