Donald Trump ha registrado un notable ascenso en los pronósticos de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2024, que pronostican claran victorias en estados clave. A menos de dos semanas de los comicios, las probabilidades implícitas de victoria del expresidente, según Betfair Exchange, se sitúan en un 60,61%. Este porcentaje lo coloca por encima de su rival, Kamala Harris, que cuenta con un 39,06%, el punto más bajo que ha registrado desde que se convirtió en la candidata demócrata tras la retirada de Joe Biden en julio.
El impulso de Trump en las casas de apuestas lo coloca en niveles similares a los alcanzados durante su debate frente a Biden, cuando su popularidad se disparó, debido a las dudas y vacilaciones mostradas por el entonces presidente. Esto fortaleció su posición hasta el punto de que la ventaja de Trump en ese momento alcanzó un 69% de probabilidad en los pronósticos. El efecto de este repunte es particularmente notorio en los llamados «siete estados clave»: Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pennsylvania y Wisconsin.
Hace tan solo una semana, el 14 de octubre, la competencia por estos estados mostraba una situación de paridad. Harris lideraba en Michigan, Nevada y Wisconsin, mientras que Trump se imponía en Arizona, Georgia y Carolina del Norte. Pennsylvania, por su parte, presentaba un empate técnico. Sin embargo, la situación ha dado un vuelco significativo, y ahora Trump aparece como favorito en todos estos territorios, incluyendo Michigan, donde ha tomado la delantera tras días de igualdad.
Sondeos volátiles
Analistas de Betfair señalan que este cambio repentino en los pronósticos no garantiza una tendencia estable. Aunque Trump lidera en todos los estados clave, las proyecciones podrían modificarse en las próximas semanas, ya que el comportamiento de los votantes y los eventos de campaña aún pueden alterar la percepción pública. Rosiane Siqueira, portavoz de Betfair para España y Latinoamérica, subraya que, desde agosto, se han registrado ocho cambios de liderazgo en las apuestas entre Harris y Trump, lo que muestra lo volátil que puede ser esta carrera.
A pesar de las fluctuaciones, el dominio actual de Trump también tiene implicaciones a largo plazo. Esta es la primera vez en la historia reciente de las elecciones presidenciales que, a menos de dos semanas del día decisivo, el candidato demócrata no lidera las apuestas. Este escenario recuerda a 2016, cuando Hillary Clinton lideraba con una amplia ventaja frente a Trump a estas alturas de la campaña, y a 2020, cuando Biden también tenía un margen favorable. Sin embargo, en ambas ocasiones, Trump desafió los pronósticos para finalmente obtener la victoria.