Será este próximo 12 de diciembre cuando Alicia Huerta de a conocer oficialmente su cuarta novela, ‘Mejor no saberlo’. Una historia que ha tardado tres años en llegar a papel, tras una ardua y exhaustiva investigación de un mundo que bien conoce la propia escritora. Esta vez, la novelista madrileña se traslada al entorno judicial con una historia que arranca con ‘Paula Fuentes’ como protagonista.
‘Paula’, una abogada del departamento de asesoría jurídica de una importante entidad bancaria española, se ve atrapada entre la corrupción orquestada por sus superiores e investigada por la UDEF, -y que puede hacerle a ella misma caer-, y la intención del Fiscal Anticorrupción de convertirla en testigo de excepción. Dispuesta a no decantarse por ninguna parte, encuentra una tercera vía: fugarse.
Aunque ‘Paula’ es el punto de partida y de final, su historia es sólo una de las muchas que componen el relato, como la propia Alicia Huerta ha contado a ‘Voz Libre’.
Un personaje, además, que bebe en cierta medida de su propia experiencia, ya que la propia escritora estuvo trabajando un tiempo en la asesoría jurídica de un banco. “En ninguna de mis anteriores novelas había tocado el mundo judicial y había amigos, sobre todo de la carrera, que me decían ‘por qué no escribes de abogados’. Muchos años después de trabajar en la entidad, empezaron a salir los temas de corrupción y muchos de esos nombres podía asociarlos a personas con las que había compartido despachos, reuniones… Surgió entonces la idea y la oportunidad de saldar esa deuda con mi profesión, aunque ya ahora no ejerza”, relata Alicia, que ha compaginado el desarrollo de la novela con su trabajo.
Algo que le ha permitido que se vayan “colando” temas de actualidad según iba desarrollando la historia. “Yo sé cómo empiezan mis novelas pero nunca cómo terminan, aunque sea un poco caótico”, nos explica la escritora, que pensó en un primer momento presentar la novela en a un premio literario con temática jurídica. “Pero sigues trabajando, tienes un día a día y menos tiempo del que querrías y acabé olvidándome de aquello, centrándome más en otras historias”, nos dice.
Historias que pasaron a formar parte de la novela poco a poco. “Me gusta que la ficción tenga siempre hechos reales”, dice. Entre ellos, el del tráfico de órganos humanos, lo que le ha llevado a una gran investigación. El informe que da pie a la trama, los casos descubiertos en Kosovo con prisioneros o las condenas a los médicos tienen su fiel reflejo en el libro, como recoge uno de los párrafos del mismo.
“(…) Se llama El informe Marty por el apellido de su autor, un liberal democristiano suizo, el mismo que destapó la complicidad de los gobiernos europeos con los vuelos secretos de la CIA. Marty acusa al invitado de tu marido de ser el líder del Grupo de Drenica, bautizado así por el valle en el que se asentaba. Hajdari empezó en el Ejército de Liberación de Kosovo, pero su grupo, con el tiempo, pasó de ser parte de un comando armado a convertirse en una banda criminal. Hace años que desmantelaron la red original y cerraron la clínica de Pristina donde se llevaban a cabo trasplantes o extracciones de órganos que metían en neveras para trasladarlos en aviones privados a cualquier lugar del mundo”.
Pese a dominar el entorno judicial, Alicia reconoce que “me ha resultado más difícil escribir de lo que conozco, porque al final llevo ya varios años fuera de la profesión, han cambiado muchísimas leyes… pero el Derecho me sigue apasionando y he querido ser muy rigurosa”. Lo que hará también que sus amigos y conocidos del mundo judicial miren con lupa la novela. “Me siento mucho más responsable”, reconoce.
Para la presentación, Alicia no ha dudado en escoger un sitio con “una gran carga simbólica”, el Green House del Centro Colón de Madrid, situado entre la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo. “Me pareció el sitio ideal (…) y espero que el mundo jurídico acuda”, nos contaba Alicia en conversación telefónica. Un sitio grande, a la altura ya del numeroso público que se espera, después de haber crecido en asistentes novela a novela.
Alicia Huerta publica así su cuarta novela tras ‘Delirios de persecución’, ‘Cosas que ocurren aunque tú no las veas’ y ‘Los nombres que jamás serán pronunciados’. Aunque se resiste a hablar de evolución, ya que serán “los lectores quienes tengan que juzgarlo”, sí admite sentirse “más audaz” a la hora de escribir, destacando que ahora da mucha importancia a “darle un buen cuerpo a la novela, primero le pongo el alma y luego construyo para ponerlo ‘bonito'”.
Al igual que en las anteriores, eso sí, sus personajes evolucionarán a lo largo de la novela y los giros sorprendentes están asegurados. “Me gusta jugar con la evolución personal de los personajes y que uno que puede parecer muy mala persona luego sea el que más valores tenga”, nos cuenta Huerta.
Y si hay algo que también une a todas sus novelas es el tráfico ilegal. Si en ‘Delirios de persecución’ era el tráfico de obras de arte robadas, en ‘Cosas que…’ era el de chicas del Este para prostitución y en ‘Los nombres…’ el tráfico de bebés robados y ahora el tráfico de órganos.
Un novela que entusiasmará a sus lectores, que sumará nuevos seguidores con total seguridad y que puede convertirse en un perfecto regalo para Navidades.