La ciudad de Chemnitz se ha convertido en el núcleo de las manifestaciones xenófobas y violentas de la ultraderecha. Y, ahora, la policía de Alemania es la señalada por alentar y respaldar a estos violentos. El por qué no es otro que haber, supuestamente, filtrado documentos confidenciales a grupos de extrema derecha.
Activistas ultras han publicado en redes sociales la orden de arresto contra un solicitante de asilo iraquí de 22 años. El joven está acusado de ser cómplice del asesinato de un alemán. En el crimen está implicado un hombre sirio de 23 años. El suceso ha sido el detonante de las protestas y las cazas justicieras formadas por neonazis, hooligans de fútbol, militantes de Pegida y del partido Alternativa para Alemania (AfD).
El ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, ha denunciado la filtración de la orden de arresto. Documento que estaba protegido por secreto de sumario. Ha sido calificado como un acto “absolutamente inaceptable”. El Gobierno sospecha que miembros de la policía están detrás de esta filtración.
“Tenemos un gran problema a resolver”, ha dicho el jefe adjunto del Gobierno regional de Sajonia, Martin Dulig. “Debe quedar claro que algunas cosas en la policía ya no serán toleradas. No es posible que los agentes de policía piensen que pueden hacer que las cosas se filtren cuando saben que están cometiendo una ofensa”, decía enfadado.
Sospechas
El documento contenía no sólo datos personales del sospechoso sino también los nombres de testigos y el juez a cargo del caso. Se dan detalles, además, de que el asesinato fue cometido con arma blanca. Según el texto, el sospechoso “apuñaló” el torso de la víctima “cinco veces”. Y tuvo “la colaboración consciente de otro sospechoso que también portaba un cuchillo”.
El escándalo de la filtración solo ha alimentado los rumores de los vínculos entre la policía y el partido de extrema derecha AfD. También con Pegida. Algo que ha llevado a describir a la policía con el apodo de ‘Pegizei’. Un acrónimo de ‘Polizei’ (policía en alemán) y Pegida.
La región es una de las que menos inmigración acoge. Sin embargo, se ha convertido en un bastión de la lucha contra el Islam y la gestión de la crisis migratoria de 2015 por parte del Gobierno de Angela Merkel.
Cuestionada
La policía también ha sido cuestionada durante estos días por no estar preparada y movilizada durante la violencia en Chemnitz. Pocos en números, parecieron abrumados por los neonazis que arrojaban piedras, botellas y otros proyectiles.
Además, permitieron que varios manifestantes hicieran el saludo nazi peses a estar prohibido por ley en Alemania.
Detenido en Sevilla
La Policía Nacional ha informado este mismo jueves que el supuesto autor del asesinato que desencadenaba los altercados, era detenido en Sevilla. Se trata de un hombre de origen iraní de 44 años, que responde a las siglas de A.A.S.
Sobre él pesaba una orden europea de detención y entrega decretada por la justicia alemana.
La detención se producía en los Jardines de Murillo de la capital sevillana. Al percatarse de la presencia policial, el sospechoso intentó huir del lugar, siendo interceptado por la policía. Tras su detención, su actitud se volvió agresiva e hizo ademán de sacar algún objeto de su vestimenta, siendo reducido rápidamente.